lunes, 26 de septiembre de 2011

Del terror a los fuegos artificiales

Mi fin de semana comenzó siendo bastante aburrido. Como cada sábado, tuve mis clases por la mañana y mis ensayos. Y cómo cada sábado cambiaron el horario en el último momento, por tanto no tuve tiempo de volver a casa y no había llevado comida, porque en teoría, tenía un descanso de dos horas y media.
Después de todos los ensayos y un run through, a pesar del impresionante calor que hacía de 39º, decidí ir caminando hasta Publix (el supermercado), ya que andaba totalmente escaso de comida.
El viaje me llevó en total unas dos horas cortas. Llegué a casa empapado de sudor, debido al calor y al peso de toda la compra que acababa de hacer.

Ya no me apetecía moverme más. Me dí una ducha bien fría y me tumbé en el sofá. Como estamos bastante cercanos a Halloween, últimamente están poniendo muchas películas de terror en la televisión, así que comencé a ver "El Exorcismo de Emily Rose". La cosa es que yo estaba sólo en casa, lo que contribuyó a que tuviera aún más miedo. Christina había salido de fiesta y Jacopo había salido a cenar.
Más tarde, para cuando la película ya estaba a punto de terminar y "Los Otros" de Alejandro Amenabar iba a a comenzar, mi amiga María me llama por skype. Decidimos ver la película juntos ya que a ambos nos encanta y mientras tanto yo me puse a hacer algo de cenar. Me hice un pollo con pimiento y ajo que sin pensarlo, me salió riquísimo. Y, juntos, comenzamos a ver la película. No sé si ella la terminó, porque me colgó durante un momento, pero no me volvió a llamar tal y como dijo. Así que terminé la película yo sólo, lo que conllevo a que tuviera aún más miedo.

Mi domingo comenzaba más o menos de la misma manera que el sábado había terminado. Con películas de terror. Por la mañana vi "Jeepers Creepers 2" y "Thir13enn Goshts".
Pero mis planes para la tarde iban a cambiar repentinamente cuando recibí la llamada de un chico con el que había estado hablando recientemente pero con el que aún  no había llegado a quedar. Me comentó que si me apetecía hacer algo y yo le dije -más bien le grité, debido al entusiasmo repentino- que sí. Me comentó que él trabajaba en Disney World y que me podía meter gratis. Así que nos fuimos a Disney a ver los fuegos artificiales. Que no tienen comparación con los que yo vi el 4 de Julio. Estos son los fuegos típicos de Disney, con la música de las películas. En mi vida he visto una cosa tan bonita. Me apetecía llorar, de lo bonitos que habían sido, gracias al buen puesto en el que nos habíamos colocado. Teníamos el castillo en primer plano y los fuegos artificiales por encima del castillo de Cenicienta.

Un fin de semana para recordar.

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