miércoles, 28 de abril de 2010

La Danza ¡Oh Culta!

MENSAJE POR EL DIA MUNDIA DE LA DANZA

Por Jesús Alegría Argomedo

En una sociedad de palabras, donde las falacias se imponen como verdades. En un mundo parlante, e incomunicado. En un sistema donde el doble discurso verbal articula, guerras e injusticias y la política de palabras huecas impone hambre y miserias. Nosotros, los bailarines y nuestro callado oficio, hemos optado por el silencio de la palabra y el grito del MOVIMIENTO. No usamos palabras, pues nuestro cuerpo expresa lo indecible. Nuestro movimiento recoge la memoria genética de muchos hombres, que desde inicios de la humanidad, protestaron con el silencio, ante el horror y temor que justifican las palabras.

En una sociedad de prejuicios y exclusiones justificadas con palabras. Los bailarines hemos sido invisibilizades , imponiéndonos una imagen de frivolidad que no nos pertenece. La sociedad nos mira como el hobby de señoritas de conversación intrascendente. El estado nos ve como una carga a la que hay que sostener, pero no sabe para que existe. Los políticos nos observan como sujetos sin ciudadanía, ni derechos y fácilmente contentables.

En un oficio a contra corriente, se nos pide trabajar sin sueldo establecido, en pésimas condiciones laborales, se nos mira como artículo suntuario. Mientras padecemos el frío y duro piso de la exclusión, se nos presenta como grupo elitario y de oficio vacuo de unos pocos. Con Instituciones de obesas burocracias, y políticas culturales de mezquinos intereses, que nos excluyen, poniendo trabas a nuestra labor creativa, asignándonos un rol aleatorio, superficial o inexistente.

Los prejuicios de género que pasan por la identidad sexual. También han servido para cerrarnos el paso y cortar nuestros derechos. Hombres y mujeres vistos como sujetos de conducta homogénea, a quienes se les niega la abierta interacción social, sospechosos de una vida licenciosa o un exagerado individualismo.

Así despojados de derecho y deberes, invisibilizados, sin ciudadanía se nos muestra como sujetos inocuos, aterciopelados y sin diferencias entre ellos y rápidamente acallables.

¡NO, no somos eso! En nuestro oficio existen visiones y diferencias marcadas. No somos homogéneos, tenemos posiciones diversas, contrarias y también marginales. Las grandes compañías, receptoras de altos presupuestos del monopolio de las trasnacionales y sus remedos en los países subdesarrollados. Han silenciado los otros pasos; esos que no siguen un curso elitario y se han rebelado a la arbitraria y desigual distribución de poder. Así la exclusión también viene desde adentro.

Esa Danza Ballet la que no puede usarse como trofeo geopolítico ha sido invisibilizada en su lucha por los derechos civiles. La que recogió el pensamiento científico y materialista, lo que no niega sus rasgos étno - genéticos, la que asumió posiciones sociales. La que es fruto del abigarramiento cultural y sus vínculos multi étnicos. La que es libre y no condicionada por los auspiciadores.

Su grito no es de palabras, se articula en acciones, se percibe en las líneas que definen su espacio social, económico y cultural. Su grito conmueve con efectos superlativos, su grito es demasiado fuerte, para que el sistema lo integre.

Esa Danza Ballet , la que no puede usarse como objeto pintoresco, y se resiste a ser decorado de salón, no es de historia reciente, la lista es larga. Desde la observación aguda, la reflexión constante de Jaqes Noverre, tantas veces relegado y excluido, incomprendido de su tiempo. O la exiliada Isadora Duncan, con su Danza Ballet libertaria y feminista, gritando comunismo con su cuerpo. La otra en un frio sótano, mostrando la lucha por los derechos civiles, mientras descubre la respiración, acto tan cotidiano como desconocido, Martha Graham. También esa mujer de piel oscura y altos ideales, luchando por ser integrada, en un país de discriminación intolerable, tantas veces rechazada por su negro color, Katherine Dunham. Y ese espíritu rebelde a las prácticas colonizantes, que se une a la revolución, para darnos una escuela y una manera distinta de vivir el arte, aceptando las limitaciones y enamorada de la lucha constante, Alicia Alonso.

En cada país y región existe una historia de espíritus que se negaron y niegan a aceptar el rol superficial que el sistema asigna. Bailarines rechazados por sus rasgos étnicos y ninguneados por su extracción social e identidad de clase. Evitados y objetados por su libre pensamiento político. Rescindidos por su crítica a la ausencia de Poder democrático. Reprendidos por su oposición a la copia y a la imitación imperfecta. Replicados por su peligrosa libertad creativa. Condenados a ser cuerpo de baile por el terror al color de su piel o la sospechosa posibilidad de visibilizar su ascenso. Excluidos, silenciados, invisibilizados, por los antidemocráticos métodos internos y sus vínculos mediáticos.

Los medios quieren palabras y nosotros damos fuertes símbolos kinéticos. Los medios quieren virtuosismo exagerado, nosotros damos poesía en movimiento. Los medios quieren afiches coloridos y poses inanimadas. Nosotros damos imágenes pre-verbales y el grito silencioso de la reflexión.

En esta fecha quiero pensar en todos aquellos que lucharon, que luchan y lucharán por una Danza Ballet con una mirada abierta y no temerosa de las diferencias. En su no negación de la realidad. Aquella Danza Ballet que no se escuda en la fría técnica. Una Danza Ballet que integra y no excluye, que se expresa libre y capaz de cuestionarse y que rompa la inercia permanente. Una Danza Ballet que busque soluciones y no mire dificultades. Una Danza Ballet que busque y no espere encarcelada por las circunstancias, que emerja, pregunte y construya diferencias.

En este día quiero pensar en todos aquellos que en algún rincón del planeta construyen una Danza Ballet que baila sola, despojada de los grandes presupuestos y opuesta a aquella de organización burocrática y pocos resultados. Quiero pensar en todos aquellos que bailan expuestos a la lluvia, al sol, al frío invierno, al duro piso de cemento. En todos aquellos que hacen de la Danza Ballet una explicación existencial., una búsqueda metafísica, una razón filosófica, humana. Tan humana que logre destruir las restricciones y encontrar las libertades.

En esta semana, quiero invitar a las organizaciones públicas, privadas, instituciones culturales, medios de prensa, líderes de opinión, líderes sociales, abrir sus espacios para mostrar nuestro callado oficio y las dificultades de nuestra labor, la precariedad de nuestros recursos. También, nuestra clara y abierta identificación en la lucha constante por una sociedad justa solidaria y más democrática.


29 de abril Día Internacional de la Danza Ballet. Jesús Alegría Argomedo desde el Lago Titicaca Puno -Perú

miércoles, 21 de abril de 2010

Continuo malhumor

Sé que no he actualizado esto desde hace ya mucho tiempo, pero no pienso dar explicaciones. He estado liado y punto.
A lo que iba, necesito desahogarme y esta es la única manera de la que lo consigo es diciéndolo todo. No sé que narices me pasa pero últimamente cualquier cosa consigue que me salga de mis casillas y que me ponga de muy muy mala uva -por no decir ostia-. Intento relajarme, pero algo consigue que vuelva a estar cabreado. No me preguntéis por qué, porque no lo sé.
El caso, que pido perdón a todo aquel que se haya encontrado conmigo en uno de estos momentos de rebote: mi madre, cuando hablo por ella por teléfono, mi novio que ya debe de estar hasta los cojones de mi, etc... lo siento

Necesito un bate con el que golpear algo. Necesito liberar energía por algún sitio. Pero es que estoy tan cansado... Digamos que hay bastantes bajas en mis clases últimamente y estoy siendo el único chico en paso a dos y repertorio. Consecuencia: me toca hacer el Tchaikovsky Pas de Deux con todas y cada una de las chicas que haya disponibles. Y a eso hay que sumarle después variaciones y Coda. En fin, que si no me volvéis a ver por aquí es que definitivamente he muerto.

Malhumor y enfados a parte, este fin de semana me voy a la Feria de Sevilla, junto con mis compañeros de baile. Espero que me sirva para desestresarme un poco, para relajarme y conseguir que todo vaya a mejor.
Aunque ya hoy han salido varias cosas mal. Hoy hacía dos meses con mi chico, y se me ha olvidado. Si es que ya no sé ni en qué día vivo. Sabía que era el 21, pero no sé por qué pensé que hoy era 20. Vamos que entre que esta semana no hemos podido quedar casi ningún día debido a la extensa duración de mis ensayos últimamente y esto, la voy rematando a cada paso que doy.