sábado, 28 de noviembre de 2009

Insulso

Hoy es uno de esos días en los que te levantas -pronto- y sabes que no vas a hacer nada en todo el día. Así me levanté yo esta mañana. Me despojaba de mis sabanas a las 10:00h, ni un minuto más, ni un minuto menos -si lo hubiera planeado, jamás lo hubiera conseguido-. Asomaba mi lindo pescuezo por la puerta de la cocina para comprobar si había alguien. Lo había, así que volví a mi habitación dispuesto a esperar al desalojo de la cocina para un desayuno tranquilo y en mi única compañía.
Mi desayuno fue breve, no duró más de quince minutos en los que aproveché para ver un poco la tv. Nada interesante, como cada mañana.
Tras ello volvía a mi cuarto para sentarme delante del ordenador dónde invertiría gran parte de mi insulsa mañana. Durante este tiempo grabé un "videomensaje" dedicado a todos aquellos que estuvieron conmigo este verano en el cursillo en Nueva York. Les decía que les echaba de menos y les daba las gracias por tan maravilloso verano que me hicieron pasar en su compañía. -Digamos que hoy es mi día nostálgico, melancólico y sentimentalista-.

Para continuar mi apagado día sin ninguna alteración, ni siquiera salí de casa para comer y opté por pedirme una pizza por Internet. Me salió realmente barata ya que ofrecían un 30% de descuento al hacer el pedido vía Internet. A mi no me cuesta nada, y encima me sale barato. Increíble, pero cierto.
La pizza tardó en llegar unos treinta minutos y pudo observar mediante una interactiva herramienta de la página web, cómo iba el estado de mi pizza, desde el momento en el que comenzaba mi pedido hasta el instante en que llamaban a mi puerta. De nuevo, increíble pero cierto.

Devoré mi pizza mientras veía un repetidísimo capítulo de Los Simpson y otro de Padre de Familia. Y cómo no, para no evitar la rutina volví a mi dormitorio. Una vez allí, sin saber qué hacer, me puse a retocar fotos. Maté casi dos horas de tiempo, pero aún me sobró espacio para visionar tres ballets enteros.

Ya a última hora de la tarde, recordé que hace tiempo me había bajado Finding Neverland (Descubriendo Nunca Jamás) en versión original y dije ¿por qué no? y comencé a verla. A la mitad ya estaba llorando de una manera que hasta a mi me sorprendía y ya al final creía que me deshidrataría. Fue uno de estos momentos en el que gracias a una simple película liberas mucho estrés que contenías y que no sabías por dónde echarlo fuera. Fue un momento de incertidumbre, en el que pude descubrir algo más de mi mismo.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Relaciones o de cómo estropearlo todo in medias res

Esta entrada será una inmensa paja mortal ya que en este momento mi cabeza es un nido lleno de pequeñas ramas de muchos y diferentes árboles. Mi preocupación digamos que tiene que ver con un chico, al que he conocido hace muy pocos días, con el que he quedado y con el que he disfrutado mucho. Me parece una persona interesante, no obstante me pasa lo de siempre. Si comienzo a pensar en algo serio con esa persona; y aquí hago un breve corte extremadamente cortante; Dejemos claro que yo he cambiado. Hay que diferenciar entre un lío de una noche, al que ni le molas ni el que te mola, más allá de un simple "royo", y entre alguien al que pareces gustarle de verdad y al que no quieres dar falsas esperanzas.

Yo ya me he cansado un poco de el "aquí te pillo, aquí te mato" y busco más algo serio. Una persona que me quiera y a la que yo quiera. No obstante, en cuanto conozco a alguien y pienso que esa relación puede ir a más me entra el pánico, empiezo a comerme la cabeza pensando en el futuro, en que si voy a estar atado a esa persona, en que si al final las cosas no son como yo pensaba que serían, en lo que pensarán mis amigos de él, si les gustará, si no... Lo sé, soy muy influenciable y me importa lo que los demás piensen de mi vida. No debería, pero me importa y no puedo hacer nada para evitarl0.

El caso es que ayer quedé con este chico: fuimos al cine a ver Luna Nueva -no es una obra maestra, pero me encanta Robert Pattinson y los libros me gustaron, por tanto fui a verla-, después cenamos en el Wok y luego me acercó hasta mi casa en coche. Cuando llegamos a mi portal estuve como unos cuarenta y cinco minutos hablando con él tranquilamente en su coche. Una conversación de lo más entretenida, hasta que llegó el momento de la despedida. Me disponía a darle dos besos y el intentó algo más. Me aparté y me fui. No pude reaccionar de otra manera.
Minutos, más bien segundos después le mandé un mensaje de texto diciéndole:

"Lo siento. Pero sq n se si sty preparad para empezar algo, x poco q sea y no kiero dar falsas esperanzas. Lo siento."

A lo que él contestó:

"Trankilo. Perdoname tu si te he molestado."

Y yo continué:

"Kmo me va a molestar algo q t hags? Imposible. Enserio, soy gilipollas. Pero me komo muxo la kbez cn tod n se xq. Digamos q tod m suele dar mied. Lo snt d verd."

Y ahí finalizó la cosa. Bueno el me envió otro mensaje más pero que carece de importancia. El caso es que no sé qué hacer. Siempre me pasan estas cosas, en el último momento me aterra la idea de una relación esté o no esté preparado.
Siempre termino tirándolo todo por la borda. Al final el chico deja de hablarme -cosa que es completamente normal- y yo acabo igual de sólo que siempre. Lo sé, soy una persona difícil, pero es que quiero a alguien especial. Sé que siempre soy el que digo que no hay que buscar, que esas cosas llegan solas, pero digamos que quiero algo y lo quiero bueno.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Unas cuantas semanas de historia

Sé que llevo mucho tiempo sin actualizar, pero han sido unos días un tanto atareados/complicados/difíciles/frustrantes...
Digamos que el jueves de hace dos semanas, me hice daño en el aductor. Como una persona responsable -al menos lo intento ¿vale?- tomé la decisión de no tomar clase el viernes y así aprovechar que el lunes tampoco tenía clase y descansar cuatro días. Ese fin de semana me iba a Gijón, aprovechando así el puente de la Almudena.
De Gijón, sólo hay que destcar una importante cosa; no paró de llover desde que llegué. Con mi familia bien, aunque practicamente me pasé le día en casa. No sé, no tenía ganas de hacer nada especial...

La vuelta a casa -en ALSA- un horror. Nada más subirnos en el autobús y salir de Oviedo dicen por megafonía: "Atención, por favor, atención. Nos comunican que ha habido un gravísimo accidente en la A66 lo que ha producido su cierre momentáneo. Lamentamos comunicarles que iremos por Pajares, disculpen las molestias".
Ir por Pajares supone media hora más de trayecto, que si ocurre lo que me pasó a mi, pues se convierten en cuarenta y cinco minutos añadidos al viaje: la niebla.
Bueno, el viaje fue lento pero quitando ese incidente y un pequeño atasco nada más entrar en Madrid...estuvo bien.

El martes, aún con dolor en el aductor tomé la clase. Fue bastante bien. Sentía molestia pero no la suficiente como para hacerme parar. Sin embargo a mitad de la clase del miércoles me dió otra vez el fuerte tirón. Mi intención en ese momento era hablar con la profesora y decirle que no podía continuar la clase, que me arrastraba de dolor. Pero, para mala suerte mía, segundos después de yo estar pensando cómo decirle esto a la profesora para que se lo tomase de la mejor manera posible y ante todo, no pensase que soy un vago que me quería saltar unos ejercicios difíciles -cosa que para nada es así- aparece Víctor por la puerta. "Mierda, mierda mierda", maldije. Ya no había vuelta a atrás, tendría que continuar la clase. Y así hice, muerto de dolor.

Como consecuencia a mi irresponsable actuación, al día siguiente no pude tomar la clase. Lo cual supuso malas miradas por parte de mi profesora. Yo no podía hacer otra cosa...
He de añadir que el miércoles por la tarde, acudí al podólogo a quitarme un papiloma. Me lo quitó con un método con el cuál no sentiría más que el dolor del pinchazo de la anestesia, y así fue. Me lo curó y me dijo que la herida cicatrizaría completamente en más o menos diez días y que me dolería como una herida normal.
Los primeros días no me dolió. Como decía antes, el jueves no tomé clase así que pude también descansar del pie. Pero el viernes sí que la tomé. La clase genial. Mi aductor se estaba portando bien -más le valía, después de todos los besos y masajes que le dí, no me podía fallar- y la herida post-papiloma no me estaba doliendo.
No osbtante, ahora sí me duele. Supongo que será porque está cicatrizando y eso, ¿no? Desde ayer me duele muchísimo, sobre todo cuando contraigo el pie. Toda esa zona está bastante dolorida. Espero que mañana ya esté mejor.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Un Halloween de muerte

Como todos sabéis, en España, comienza cada vez más a ponerse de moda esta fiesta pagana completamente americana. Es una buena forma de que las tiendas de disfraces, discotecas, parques de atracciones -sobre todo estos- aumenten sus visitas un día más al año tal y como se tratase de un fin de año o cualquier otra fiesta famosa.

Por mi perfecto, ya que me encanta salir y me encanta disfrazarme y pasarlo bien. Pero desde luego, este ha sido uno de los mejores Halloweens -de los pocos que he celebrado- de mi vida.
Podríamos decir que ayer no hice nada en toda la mañana y la noche de antesdeayer. Por daros alguna información os puedo comunicar que durante la tarde del viernes estuve viendo The reader -una maravilla, se la recomiendo a todo aquel que le gusten las películas con mucho sentimiento-, y por la noche Casablanca. Los aficionados al cine me estarán clavando un cuchillo ahora mismo, pero os prometo que nunca había llegado a verla. Me encantó.
Bueno, me quedé dormido a la mitad de la película en el sofá, pero la terminé por la mañana. Que bonita.

El sábado por la mañana, tampoco hice absolutamente nada. Estuve viendo la película que echaron en Antena 3 -típica película de serie B, super extraña en la que siempre mueren casi todos-.

Había quedado a las 20:00h, así que sobre las 19:00h comencé a ducharme y a prepararme para ir hasta Noviciado, a la residencia de una amiga mía.
Llegué puntual, algo muy extraño en mi, y subí hasta el salón común de la residencia, dónde estuvimos un buen rato, ya que ella aún estaba en pijama. Habíamos quedado con otra amiga, una hora y media más tarde en Plaza de España para comer en el Wok. Nuestra amiga, vendría con su novio que había venido desde Barcelona para pasar el Halloween con ella -que bonito-, al que ninguno de nosotros conocíamos.
Debo deciros que me encantó, super guapo y super majo. Una gran persona. Por tanto me alegro por mi amiga.

La cena, riquísima. Nos reímos un montón y bueno, lo normal en una cena, comimos. Tras ello volvimos a la residencia de mi amiga, dónde se encontraba todo el maquillaje para la noche.
Como siempre yo armé un gran lío con la sangre y lo puse todo perdido. Pero bueno, fue divertido el tiempo de maquillarse.
Después salimos, fuimos al Delirio ya que había menores con nosotros y en ese sitio sé que no pide carnet, pero no os lo vais a creer: no le pidieron carné a nadie, pero ¡a mi sí!. ¡Es muy fuerte! Menos mal que sí que soy mayor de edad. Pobrecillos, yo entré el primero y me lo pidieron y yo ya con el miedo en el cuerpo pensando que se lo iban a pedir a todos, ¡pero no! ¡que cabrones!.

Aina y su novio se marcharon los primeros, sobre las 04:30h de la mañana porque estaban cansados. Nosotros estuvimos en la discoteca hasta las 05:20h, más o menos. Después nos fuimos a la Chocolatería San Ginés a tomarnos un chocolate con churros. ¡Qué rico estaba!
En fin, qué deciros, que fue una noche perfecta en compañía de amigos. Os dejo algunas fotos -no os asustéis.
Foto: Aina y yo

Foto: María, Lucía y yo en Delirio.
Foto: María, Lucía y yo comiendo churros.