sábado, 16 de febrero de 2008

21st Memory

Bailar es una de las cosas que me hace desengancharme de lo desgraciada que puede llegar a ser una vida. Bailando no pienso, no existen problemas por tanto.
A veces, me frustro porque no me sale algún paso, o algo, pero en comparación con lo frustrante que es la realidad, no tiene comparación.
Que poco se fija la gente en la amistad, esencial para cualquier vida y sin la cual no somos nada. Yo no puedo prestarles la atención que debería a mis amigos porque si intento sacar algo más de tiempo de un día, estos tendrían que ser de 30 horas, porque ¿son de 29 no?
No se si serán de 29 o no, creo que eran de 24, pero un día mío no dura lo que un día para otro. Será que soy un poco raro, lo acepto, pero mis días son más largos y si esa longitud la gasto en quejarme y pasarlo mal, sería el doble de duro ¿no?

Sencillamente me limito a vivir. Currando, pero viviendo. Respirando día a día e intentando que el gentío no me ahoge.
Sabia decisión la mía ¿no creeis? Tiene distintos puntos de vista.

Yo, me limito a caminar y no cesar en mi camino.