viernes, 9 de septiembre de 2011

Casualidades, puntas y moda

Ayer fue un día bastante peculiar. Durante la mañana todo marchó con normalidad: clase con Robert Hill a primera hora, la cuál fue muy interesante; a pesar de que aún me estoy sentando para la gran mayoría de los saltos, después ensayo de Maestoso, seguido de Bach Prelude. Unas dos horas de descanso -esto si que ha sido raro- que me sirvieron para poder venir a casa y relajarme un poco.
Tras este descanso, segunda clase de técnica y ya habíamos terminado. Ni un sólo ensayo con la compañía. Como os digo, un tanto extraño.

Christina necesitaba comprarse puntas por tanto la acompañé hasta la tienda de danza "más cercana". Estuvimos allí como una hora y media más o menos ya que las puntas que Christina tiene ahora le hacen mucho daño ya que cambió de modelo después de un fitting la semana pasada y no le terminan de convencer. Así que intentó buscar algo nuevo, pero nada. Se debió de probar unos 30 pares diferentes de zapatillas, pero no encontró nada que le gustase así que se compró una talla más grande de las puntas que utilizaba anteriormente.

Tras ello hicimos una parada en Marshalls dónde me pude comprar un juego de toallas por 5.99$. A continuación Target -tenía que aprovechar, porque estos sitios están bastante lejos y no es plan de pedirle a Christina que me lleve en coche cuando a mi me apetezca- dónde compré cinco camisetas blancas -para niños de doce años- por unos 7.00$. Las uso para ballet así que tienen que ser camisetas muy pequeñas para que me queden cortas y no tenga que andar metiéndolas por dentro de las mallas.

Una vez hecho todo esto, Christina me comentó que si podíamos ir a cenar fuera, que no le apetecía cocinar y que ya que estábamos en el Millenia Mall. Acepté y cenamos en California Pizza Kitchen.
Y aquí comienza la historia: Una vez aparcado el coche y ya en camino hacia el restaurante, Christina se para en seco y me comenta sobre un cartel en una furgoneta en el que se podía leer Orlando Ballet.
Y fue entonces cuando nada más ver el gigantesto cartel a la entrada de Neiman Marcus, "Fashion Week", cuando ambos nos dimos cuenta de que la compañía hacía un pequeño show en la tienda a modo de publicidad. Así fue que entramos, a pesar de las pintas que llevábamos en la tienda dónde todo el mundo iba con los más espectaculares vestidos y trajes.
"¿Tenéis invitación? - Nos dijeron en la entrada.
"Estamos con Orlando Ballet" -Fue nuestra respuesta. Lo único que se me vino a la cabeza.

Así fue que entramos y pudimos ver que habían montando unas barras, colocado un linóleo y se habían puesto a hacer una barra en frente de la última colección de trajes de Armani.
Estarían allí hasta las 21:00h así que decidimos ir a cenar y luego volver. La verdad es que fue bastante divertido y paradójico el habernos encontrado con la compañía allí. Es como si siguiéramos al ballet a dónde quiera que vayamos.

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