domingo, 8 de junio de 2014

Next stop: Jacob's Pillow

Creo que ya he terminado de hacer la maleta y ya tengo todo preparado para estas dos semanas en Jacob's Pillow, un festival de danza en Becket, MA.
Es imposible no ponerse nervioso, sobre todo cuando uno está preparando la maleta, ya que siempre se tiene esa sensación de que te estás olvidando algo, pero tengo muchas ganas de vivir esta experiencia que todo el mundo describe como inolvidable -intensa- pero inolvidable.

Gracias al cielo mi tendón de Aquiles está practicamente curado, pero últimamente me ha vuelto a molestar el dedo pequeño del pie derecho que me rompí hace un mes. Supongo que las roturas suelen ser un poco más pesadas y necesitan mucho más tiempo de reposo para curarse completamente, o al menos eso es lo que quiero pensar.
Tendré que cuidarme el pie una vez que llegue al programa y esperemos que no me moleste demasiado.

Otra de las cosas que me asusta es que vamos a estar en mitad del bosque y va a haber muchos insectos y otros animales los cuales, como no, me darán miedo.
Creo que he comprado un bote de spray bien grande para matar a todos los mosquitos y todas las arañas que haya en mi cabaña.

lunes, 2 de junio de 2014

Ya son 23

Parece que fue ayer cuando cumplía mis dieciocho años. Por aquel tiempo me encontraba en Madrid y tenía todas las ganas y fuerzas del mundo por salir de España y conquistar al mundo con mi baile. Ese pensamiento sigue intacto, y aquí me encuentro, en el elenco de la compañía de Orlando Ballet y con aún más ganas de seguir y mejorar.
Ya son 23 años que tengo, sin embargo. Es gracioso como pasa el tiempo cuando uno intenta cumplir sus sueños. Aún recuerdo el momento en el que todo comenzaba, aquel tren con dirección a Madrid desde la estación de Renfe de Gijón. Recuerdo esas primeras lágrimas, y el corazón latiéndome más rápido que el motor del tren.
La misma sensación tuve cuando cogí mi primer avión a América.
Siempre he pensado que las decisiones importantes, a veces, hay que tomarlas en menos de cinco segundos. Si lo hubiera pensado durante más tiempo, creo que el temor a estar solo en un país extranjero hubiera vencido y nada de lo que estoy viviendo ahora mismo hubiera ocurrido. Pero, ¿es esto real, o es una mera imaginación, un sueño de algo que aún no he vivido y que mi subconsciente ansia por vivir? ¿Me despertaré una mañana y volveré a aquel día en el que tomé la decisión de que el ballet iba a ser mi vida, y cambiaré mi destino?

El futuro es siempre incierto. Todo lo que nos rodea, es de cierta manera incierto, transmutable. Por tanto, ¿es real? ¿O es la realidad una mera visión de nuestros sentidos? Porque para el daltónico el rojo no es rojo, de manera que ¿cómo sabemos que somos nosotros que vemos el color rojo como rojo los que poseemos la verdad? ¿Quién juzga? ¿Quién juzga lo que es real y lo que no?