domingo, 23 de octubre de 2011

Sleeping Beauty y Vampire's Ball

Ayer quedaron por terminadas todas las actuaciones de Sleeping Beauty, al menos por ahora. Si no me equivoco nos quedan otras dos en Noviembre, pero aún queda tiempo para relajarse un poco antes de que esas actuaciones tengan lugar. Como sabéis yo no pude hacer mucho debido a mi lesión en el tobillo, pero si pude salir en el tercer acto, en la corte. No es mucho pero al menos pude disfrutar de estar en el escenario. Mi tobillo sigue dándome bastante problemas, y para más inri me duele la rodilla también. Posiblemente por alguna compensación que debo de estar haciendo y que hice cuando cojeaba o los primeros días que tomé clase con algo de dolor en el tobillo. Sí, lo sé, soy un desastre, pero creedme que estoy preocupado. Siento que voy de lesión en lesión.
Mi madre siempre dice que el estrés y las situaciones sociales afectan muchísimo a todas estas cosas y podríamos decir que cuando te lesionas en esta profesión, por supuesto existe un factor de estrés ya que quieres bailar y no puedes y segundo, mis dos compañeros de piso me están volviendo loco, lo que posiblemente está afectando a mi manera de comportarme e incluso está creando una situación de tremenda tensión en la casa y cuando me encuentro alrededor de ellos que no me gusta nada.
Os juro que estoy hasta las narices. Y pienso cambiar esta situación, pienso vivir la vida y pasar de preocuparme por estas cosas. Pero es complicado.
Resulta que recientemente, a Christina le ha dado por no llevarnos en coche como hacía normalmente. De hecho ayer tuvieron que venir a buscarme otra gente ya que ella se negó a llevarnos en coche. Y el día pasado le pedí que si de la que veníamos a casa nos dejaba a Christopher y a mi en Publix -el supermercado- y como veníamos hablando de que cuando volviéramos andando pararíamos en 7-11 -otro supuermercado que es dónde se encuentra el ATM de mi banco, para poder depositar el cheque-. Pues la tía coge y se para en 7-11. Y yo le digo: "Christina, no tenemos que parar aquí. Dejanos en Publix, que esto nos queda de camino a la vuelta". A lo que ella me contesta "Alberto, es aquí o en casa, tu decides..."
Lo peor de todo es que publix está a menos de 30 segundos en coche de dónde nos encontrabamos. Pero andando es buen cacho. Pues no, ella con todo su morro coge y nos deja allí.

Ya volviendo al mundo de la danza, Vampire's Ball ya ha comenzado. La noche del estreno fue todo un éxito. Y definitivamente estoy impresionado. Cuando Robert Hill comenzó a coreografiarlo la verdad es que no me gustaba mucho, Está claro que no estaba viendo la imagen de conjunto que el tenía montada en su cabeza, con las luces, los trajes la escenografía.
En general, un espectáculo que creo que merece la pena ver y del que estoy orgulloso de estar haciendo, a pesar de que no esté haciendo todas las partes que debería de hacer debido a mi lesión. Pero hago una de las partes más impresionantes visualmente que es el Ritual.
Hoy es la última actuación de Vampire's Ball. Ah, y se me olvidaba decirlo: salgo en el programa como publicidad de la escuela. Estoy muy contento. Sabía que nos habían sacado fotos y que serían para uso de la escuela pero lo cierto es que estaba bastante asustado de que no me iban a gustar.... no sé. No me suelo gustar en fotos...
Así que os dejo algunas fotos de los espectáculos y la foto del programa.

Traje de courtier en Sleeping Beauty Act III
 Primera prueba de maquillaje para Vampire's Ball.

 












Vampire's Ball, maquillaje y vestuario

Foto en el programa como publicidad de Orlando Ballet School

jueves, 13 de octubre de 2011

La vida del que come comida rápida

Mi tobillo comienza a estar algo mejor tras dos sesiones de fisioterapia e innumerables sesiones de ejercicios diarios, sin embargo aún no he saltado de la barra al centro. Más que nada por precaución y por miedo a que pueda ocurrir algo diferente ya que aún no están lo suficientemente fortalecidos los tobillos.


No obstante, no es de mi tobillo de lo que venía yo a hablar. El sábado por la noche salí con Christina a cenar a BJ's, un restaurante bastante reconocido aquí en Orlando. El restaurante es más que nada conocido por sus pizzas "Chicago" y los llamados "pizzookies"; una pizza-cookie que se puede pedir de diferentes sabores y diferentes helados por encima. Lo cierto es que estaba todo buenísimo.

Al día siguiente ambos madrugaríamos para ir a ver una retransmisión en directo del ballet Esmeralda desde Moscú, bailada por el Bolshoi Ballet. Sin embargo, para llegar a estos cines tendríamos que conducir durante unas dos horas, así que tuvimos que madrugar ya que el ballet comenzaría temprano al ser retransmitido desde Rusia.
Impresionante, no puedo decir más. María Alexandrova y Denis Savin como bailarines principales es un gusto para la vista. Ella expresiva y fuerte y el limpio y preciso en cada paso.
Había merecido la pena el viaje.
A la vuelta nos entró algo de hambre y paramos a comer algo en un Burger King de carretera ya que no conseguíamos encontrar algo mejor. Y aquí comienza la gran historia que iba a contar.
De alguna manera, la comida me debió de sentar realmente mal y para cuando llegó la noche la barriga me dolía muchísimo y no paraba de eructar. Pasé una noche de perros yendo al baño constantemente a evacuar y a vomitar durante toda la noche y el día siguiente. Ni siquiera asistí a clase ya que no me podía mover de la cama. Me levantaba y me volvían a dar nauseas y tenía que ir corriendo al baño a vomitar, pero no vomitaba nada, tan sólo un líquido completamente transparente ya que mi estómago estaba completamente vacío.

Llegada la noche, Christina me trajo unas cuantas cosas que le había pedido: como una Coca-Cola y unos cuantos limones para echar al agua que bebía. Trajo también un jarabe para las nauseas que definitivamente me ayudó a dormir.
Por la mañana mi estómago se encontraba algo mejor pero si que lo sentía y siento dolorido de los vómitos y las grandes contracciones que mi pobre estómago tuvo que hacer.
Me encuentro ahora haciendo una dieta ligera hasta que mi estómago se vuelva a colocar en su lugar y deje de darme problemas.

domingo, 2 de octubre de 2011

De tuberías a torcezuras

En esta última semana han ocurrido muchas cosas. Vayamos por orden pues.
En primer lugar, mi casa es un desastre. Resulta que los vecinos de al lado están renovando su baño y algo debe de haber pasado, lo que sumado a la gran cantidad de lluvia que cayó el martes, dio lugar a que hubiese una fuga en la habitación de Christina. En un primer momento no le dimos tanta importancia, sin embargo llamamos al casero para comunicarselo y nos comentó que enviaría a un fontanero a echar un vistazo.
Y así fue. El fontanero nos explicó que a veces algunas tuberías tienen algo de tiempo y se forman pequeños agujeros con el desgaste por el paso del agua que hacen que estas se rompan y den lugar a fugas. Nos comentó que habría que mover todo el mueble del baño de Christina y cambiar las tuberías. Todo tendría lugar el sábado.
Sin embargo, al día siguiente además de en la zona localizada que habíamos visto el agua, apareció más en el armario de Christina, así como en todo el perímetro alrededor de la escalera. Decidimos entonces que la cosa se estaba ya pasando de sería y llamamos a un servicio de urgencias domésticas 24h. En cuanto llegaron lo primero que hicieron fue retirar toda la moqueta de la habitación de Christina ya que daba bastante asco y se iba a poner toda mohosa, además de dificultar la localización de la fuga de agua.
Además de esto colocó varios deshumidificadores y ventiladores para evitar que el agua saliera de la zona y se extendiera por todo el piso de abajo.
Y así nos encontramos ahora. Con los ruidosos ventiladores y el deshumidificador esperando a ver cuando vienen a arreglar de una vez por todas el problema.

Por otro lado, ya más relacionado con la danza y que por tanto me preocupa más en este momento, es que me he torcido el otro tobillo.
Sinceramente creo que he metido los pies en un cubo de mala suerte porque esto ya es que no me lo creo ni yo. Estaba en un ensayo y me dispuse a hacer una pirueta, dí un pequeño brinco y mi pie se torció por completo hacia afuera dejándome tirado en el suelo. Sabía que me había echo mucho daño pero mentí y dije que no me dolía tanto -idiota de mi-.
Y aquí estoy, de nuevo sin poder tomar clase. Intento estar lo más positivo que puedo, pero es que desde que he llegado no he hecho más que torcerme los tobillos. Y no será porque no hago ejercicios para fortalecer.
Mis tobillos son muy flexibles y tienden a irse para todos lados, pero por eso hago tantos ejercicios, más aun desde la última torcedura.

Continuar positivo, esa es la clave. Todo sucede por alguna razón, ¿no?