Primeros días en mi tierra...

No se si lo comenté, pero si no ahora mismo lo hago, que estoy pasando las vacaciones de Navidad en mi casa. Sinceramente, tenía unas ganas exorbitantes.

Me dispongo ahora a iniciaros en las andanzas de mi llegada a Gijón. Salí de mi casa en la Castellana a las 14:00. Mi tren salía a las 14:40. Llevar la gigantesca maleta desde mi casa hasta la estación acabó por convertirse en algo más que un simple trayecto. No pretendo ser grosero pero, me cago en la leche...No sé por qué la ropa pesará tanto...pero el caso es que creo que fue como ir a gimnasio y haber utilizado todo tipo de máquinas unas cuantas veces.
Una vez que llegué a la estación me senté a esperar, abrí mi actual lectura, Ana Karenina, y allí permanecí hasta que llamaron a los pasajeros de mi tren a dirigirse hacia el andén. Andén quince, si no recuerdo mal.

Días antes había estado planeando junto con mi hermana darle una sorpresa a mi madre para cuando llegase. El plan consistía en hacer creer a mi madre que mi tren había salido con retraso para que así la hora de ir a buscarme a la estacón se alejase de la real y así me diese tiempo a mi de llegar a casa y entrar con las llaves de mi hermana con toda normalidad. La verdad que hubiera sido muy bonito, pero como siempre mis planes suelen chafarse.
El caso es que la sorpresa, más que dársela yo a mi madre, me la dió ella a mi. Cuando entro por la puerta de casa, todo convencido de que iba a sorprender me encuentro con todas las luces apagadas y un caminito de velas por todo el pasillo que conducía hacía el salón. Yo, que soy una persona inteligente seguí el caminito. Abrí la puerta del salón. Otra vez las luces apagadas. De repente se encendió la televisión y apareció un vídeo con fotos mías. Muchos momentos junto a mis amigas, junto a mi madre... Pronto comprobé que en mi sofá estaban sentadas mis tres mejores amigas y mi madre...Fue realmente bonito, sobre todo porque no me lo esperaba para nada. Jamás hubiera pensado que yo iba a ser el sorprendido.


El día siguiente lo pasé con mis amigas.


Sin embargo hoy fue un día de muchos abrazos, besos, gritos, risas, recuerdos, etc..
Acudí al Festival de Navidad de mi antiguo conservatorio. Como emprenderéis me pasé toda la tarde abrazando a todas mis antiguas compañeras, profesoras, etc... Fue maravilloso. Bailaron genial. He visto una notable mejora en mucha gente, cosa que me alegra muchísimo.
Salí a comer junto con cierta gente con la que ya había quedado. Fueron incesantes risas. Creo que algún día me dignaré a poner alguno de los numerosos vídeos que grabamos haciendo el "canelo". Digo me dignaré porque poniendo cualquier vídeo de esos hundo toda mi reputación así que no sé que haré. Fotos si que os pasaré, aunque también sean un poco denigrantes hacia mi persona. No obstante, hay que esperar a que me pasen todo el material. Hasta entonces, me despido.