Harto o de cómo estropear una estancia corta en mi tierra

Llevo en Gijón desde el sábado 20 de Diciembre de 2008 y ya casi estoy llegando al 2009 y sólo he estado con mis "amigos" una vez: el día de mi llegada.
Lo sé, lo sé, quizá exagero pero todo el mundo desde que he llegado me ha estado diciendo "Oye tenemos que quedar antes de que te vayas" "Oye, ¿quedaremos no?" "Oye..."
Efectivamente, todo propósitos por aquí, propósitos por allá pero lo cierto es que ha día de hoy 30 de Diciembre de 2008 nadie me ha mandado ni un mísero sms, ni una mísera llamada para quedar conmigo. Nadie, absolutamente nadie.
Quizá esté siendo egocéntrico, pero me frustra porque, ¡coño! (con perdón), si son mis amigos creo que no les importará hablar con sus padres y pedirles que este año no se vaya cada uno a su pueblo o sencillamente, que lo retrase un día más. O tampoco hay que tomar medidas drásticas, el tiempo que estuvieron aquí me podían haber llamado.

Está bien, está bien...pude haber llamado yo, también es otra realidad. Vale, no me justifico, también tengo mi parte de culpa. Pero lo lógico es que me llamasen ellos ¿no?
Sé también que no es el mejor momento para opinar ya que ahora estoy en caliente, pero necesitaba desahogarme un poco diciendo esto.
Escribo esta entrada, porque ahora debería de estar en casa de una amiga junto con mis otras amigas jugando a la Wii y riéndonos un buen rato. Pero no, me conecto después de ir a recoger mi pasaporte que lo tenía que renovar y me dicen que no viene nadie, que solo vamos mi hermana y yo. Y qué deciros, cómo que paso un poco de ir sólo mi hermana y yo. Para eso me quedo en casa estudiando que es más productivo. Pero he estado duchándome, peinándome y poniéndome guapo, para absolutamente nada. ¡Manda cojones!