sábado, 30 de octubre de 2010

Tacto de zombie

Los ensayos de escenario de La Bayadère ya han comenzado esta tarde. Sin embargo volvamos a unos pocos días atrás.
Yo me encontraba en mi segunda technique class, con Ms. Drayer. Normalmente siempre se ve uno mejor en la segunda clase del día -en este caso digamos que era la cuarta clase del día, tras haber tomado la primera technique, men's y paso a dos-. Así que estábamos en la barra. Mi tobillo se encuentra bajo los efectos de unos cuantos antiinflamatorios, así como una tobillera y taping. Eso quiere decir que todo lo que ocurre en mi tobillo debería de, más o menos, no sentirlo. Aún así lo siento casi todo.
Ya me estoy yendo por los cerros de Úbeda; en la barra. Y llega el momento de un promenade en-dedans en attitude y en relevé. Algo sencillo. Pero si tenemos en cuenta que no estoy girando sobre el tobillo izquierdo... un promenade es como una pirueta pero controlada -tengo la barra al lado- y más lento. Sin embargo, no sé que hago pero noto como un tirón en el tobillo. No le di más importancia y continué la clase hasta que comenzaron los saltos que es dónde me estoy parando ya que aún no puedo saltar.

Llego a casa, andando con bastante dolor. Me quito todo el taping, y la tobillera. Y me encuentro con mi tobillo como una pelota de tenis de grande. En ese mismo momento lleno la bañera de agua caliente -más bien ardiendo- y una pota con agua fría a la que le añado hielo: baños de contraste. Me los recomendó el fisio y la verdad es que son una maravilla en este tipo de casos. Acaban con toda la inflamación, y así fue. Después le puse hielo antes de acostarme.

Sin embargo al día siguiente, es decir, ayer todavía me dolía bastante incluso al caminar. Así que por una vez en la vida he vuelto a ser inteligente y he pedido permiso para poder ver la clase en lugar de hacerla ya que consideraba que mi tobillo no estaba en condiciones de soportar ni siquiera una barra. No hubo ningún problema.
Y eso mismo ocurrió hoy. Ahora mismo le estoy poniendo hielo.
No obstante el día de hoy fue un poco más diferente.

Tal y como venía aconteciendo al comienzo de la entrada, los ensayos en el Boston Opera House de La Bayadère, daban comienzo esta tarde. Así que después de la clase me dirigí con mis compañeros al ensayo.
Antes de nada he de decir que desde que mi tobillo está tan mal -no este último suceso, sino el último largo período de malestar- he dejado de hacer los ensayos y sólo estoy marcando las cosas, ya que quiero curarme.
Eso conlleva a que ya no salgo en La Bayadère, cosa que creedme me duele en el alma, porque estaba dentro del cast. De todas maneras tengo que seguir yendo a todos los ensayos, incluso aquellos que son en el teatro. Así que, cómo no, fui allí y me senté. Vi el ensayo, como toda la gente de mi clase, ya que no nos utilizaron para nada. -A veces me pregunto para qué narices nos querrán allí si es que en realidad no vamos a salir nunca.-

Al final del ensayo, fuimos a hablar con uno de los que nos pasa los ensayos a nosotros para preguntarle cómo hacíamos el sábado, ya que el ensayo del segundo acto comienza a las 11:30h y nosotros terminamos nuestra clase de los sábado a esa hora.
Su respuesta fue: "Todos, menos tú (señalándome a mi) tenéis que venir al teatro a tomar la clase de la compañía. Tú (señalándome de nuevo) vete a la clase normal y haz ejercicios para el tobillo y luego ya vienes para aquí."
Osea, ¡manda cojones!. ¡Cabrón! El tacto te los has dejado en el baño cuando has ido a mear, guapito.
No os podéis imaginar como me ha jodido eso. Es que no sé ni para que narices voy a ir después al ensayo si total, no voy a poder hacer nada ni aunque ellos quisiesen que lo hiciese.

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