domingo, 24 de octubre de 2010

Boston Ballet:: Noche de Estrellas

Megan Gray in George Balanchine's Rubies (C) The George Balanchine Trust. Photo by Sabi Varga, (C)Varga Images.


Ayer fue la esperada Noche de Estrellas del Boston Ballet, en el Boston Opera House. Yo ya había ido al ensayo general el día anterior así que sabía más o menos lo que se iba a bailar, quién lo iba a bailar y cómo fueron los cambios después en el estreno.
El caso es que saqué la entrada muy tarde. Pero pagué bastante y conseguí un asiento en el patio de butacas. Y aquí empieza lo bueno.
Estoy en el teatro, viendo como pasa y se sienta todo el mundo, saludando a la gente que conozco -profesores, amigos, bailarines... -. Corría el rumor de que, ya que uno de los artistas invitados era Wendy Whelan, primera bailarina de New York City Ballet, que Daniel Ulbricht, otro primer bailarín del New York City Ballet.
El caso es que le veo pasar por el pasillo del patio de butacas buscando a la acomodadora para que le indicase dónde estaba sentado. ¿Y a que no sabéis dónde estaba sentado? ¡A MI LADO!

No os podéis imaginar lo nervioso que me puse, no sabía si decirle algo en plan: "Hey! Are you Daniel Ulbricht?" o si decirle "hola" sin más. No sé. Pero sólo estaba deseando que terminase la primera parte para poder ir a contárselo a toda la gente de la escuela que estaba en la actuación esa noche.
Se lo conté también a algunos de mis profesores. Y uno de ellos, con el cuál me llevo muy bien me dijo que le conocía, que eran amigos. Así que me dijo que si quería que me lo presentase, y así fue. En mi vida he estado tan nervioso. El caso es que a partir de ese momento empezamos a hablar. Me empezó a hacer preguntas, que si de dónde era, que qué hacía aquí, que si le encantaba España....

Una experiencia inolvidable. Y la gala....oh! la gala. Una maravilla.
La gala comenzó con el principio del tercer acto de La Bayadère, El Reino de la Sombras (The Kingdom of the Shades). Una obra maestra de coreografía para un cuerpo de baile, así como una maravilla de música por Ludwig Minkus. Es también una de las piezas más duras a nivel de técnica, añadiendo que todo ha de estar finamente sincronizado.

Después llega el momento de Tarantella, de Balanchine ((C) The George Balanchine Trust). Un ballet corto pero realmente intenso. La verdad es que fue una pasada. Y sin duda me parece una de las piezas más duras a nivel de resistencia. Ya que son como 8 minutos sin parar de saltar y en el caso de la chica de girar, etc...

Sin duda lo que más me impresionó, Le Corsaire Pas de Deux. Por mi querida Adiarys Almeida y mi ídolo Josheph Gatti. No puedo decir nada más sobre esto. Sencillamente impresionante. Gatti, para mi uno de los mejores bailarines de la compañía, con una presencia escénica que ya quisiera tener mucha gente y Almeida con esos interminables giros y esas complicaciones típicas de sus variaciones.... no tengo palabras.

Le tocaba el turno a una de las coreografías de Helen Pickett. Así como a uno de los pryectos del coreógrafo residente Jorma Elo, Plan to B. Una maravilla de coreografía, con una preciosa música en directo. Algo destacable: el movimiento de Whitney Jensen. En mi vida he visto a una mujer moverse tan rápido y tan perfectamente.

Tras el intermedio volvíamos a Balanchine, con Scherzo à la Russe((C) The George Balanchine Trust), así como Apollo ((C) The George Balanchine Trust) y para terminar Theme and Variations ((C) The George Balanchine Trust). La verdad es que no podíamos tener un mejor final, con Misa Kuranaga y James Whiteside acompañados por Tchaikowsky... sin duda uno de mis ballets favoritos de Balanchine. Os prometo que estaba saltando de la emoción en el asiento -a saber que impresión le habré causado a Mr. Ulbricht-.

Y cómo no, la preciosidad de paso a dos por las dos estrellas invitadas. En teoría iban a ser dos bailarines de la Ópera de París, pero ya sabéis que hay una huelga de transporte en Francia y les ha sido imposible venir. Así que como estrellas invitadas estabas Wendy Whelan (New York City Ballet) y Damian Smith (San Francisco Ballet).
Bailaron After the Rain, coreografía de Christopher Wheeldon. Digamos que este paso a dos se ha convertido en la firma de indentidad del coreografo debido a su sutileza y delicadeza. Sencillamente glorioso.

Una maravilla de gala. Felicidades a toda la compañía del Boston Ballet y Boston Ballet II, así como a su director artístico Mikko Nissinen.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaj ese momento en el que quieres se grupi y gritar y dar saltos de alegria y decirle a todos el mundo son geniales, jajaja menos mal que luego viene la cordura y la compostura y decimos un "Hola, que tal?" muy centrado y educado.

Como se nota que lo estas difrutando nene. Me alegro mucho por ti.

Un besazo cielo

Gloria dijo...

La verdad es que estoy bastante colgada de tu historia jajajaja parece increible pero me voy leyendo no sé cuantos post tuyos! Mucha suerte con el tobillo y en Boston, te sigo!
xxx