sábado, 2 de octubre de 2010

Reflexiones.

Hoy por hoy cabe decir que mi nueva vida a comenzado. No sé, lo cierto es que aún se me hace raro el no tener a nadie a quien cargarle el "marrón" encima y poder andar más ligero de problemas. No. Ahora es el momento en el que tienes que hacerlo todo por ti mismo. Claro que todavía tengo algo de ayuda, sino no habría sobrevivido este mes, pero día a día me doy cuenta de que esto llegaría de un momento a otro.
Toda persona adulta e independizada ha pasado por esto alguna vez en su vida. Y a mi aún me lo paga todo mi madre. Imaginaros si encima tengo que subsistir con un sueldo mileurista. Supongo que saldría adelante de la misma manera que lo estoy haciendo ahora.
No me gusta alabarme pero ¡coño!, ya ha pasado el primer mes y a pesar de múltiples disgustos y comederos de cabeza, aún sigo en pie.

El tobillo -como era de esperar, sino sería un tobillo cualquiera y no el mío- sigue dando la lata. De todas maneras ya he conseguido una cita en el hospital para que me hagan una resonancia -eso espero- y así, todos los fisios a los que estoy acudiendo puedan tratarme, ya que nadie se atreve a tocar mi tobillo por miedo a empeorar las cosas.

Los ensayos están yendo en general bien. Si borramos el ensayo de hoy.
Digamos que nos han colocado en una pieza, a unos cuantos de mi clase. Solos, sin nadie a quien seguir en una pieza que nunca habíamos ensayado. Como emprenderéis fue un caos. Pero lo peor de todo es que estaba todo el mundo en el ensayo, toda la compañía delante nuestro riéndose de estos malditos niñatos que no saben hacer nada.
Creedme ha sido el momento de más vergüenza que he pasado desde que he llegado, y no será porque no me pasan cosas vergonzosas con el ingles. No os podéis creer lo que me fastidió.

No hay comentarios: