Dejemos recapitular a mi cerebro y que comience por el principio. Supongamos que todo comienza hoy por la mañana. Me levanto como cada mañana, pero ya no puedo ver el sol entrando por mi ventana y alegrándome el día debido al cambio de hora. Volvamos a atrás pues. Me levanto con frío y sin luz y... recapitulemos de nuevo. Me despierto, me destapo y hace frío. No me levanto pues hasta que suena el segundo despertador, que me indica que es relativamente tarde. Me entra el nervio y ya voy atragantado con cada paso que doy. Desayuno - más bien él me desayuna a mi- y me visto rápidamente porque hace frío, mucho frío. (Esta ola de frío me está matando).
Noto un pequeño achaque en la garganta. Muy mala uva me daba esa molestia... todas las veces que he estado enfermo he comenzado de la misma manera. No le quise dar mayor importancia y no me tomé nada, pero a lo largo de la mañana el dolor fue in crescendo.
Hoy tenía el último examen anterior a las vacaciones de Semana Santa -bueno, "vacaciones"-. Y hubiera sido un día cualquiera de examenes de no ser por que nuestra profesora de Lengua y Literatura nos ha regalado un ejemplar a cada uno de su nuevo libro Toda la verdad sobre el destierro del Cid. Además el libro está dedicado a nosotros; en la segunda página pone textualmente A mis jóvenes estresados de Embajadores (principal, 2º B). Después ya ha hecho una dedicatoria personal a cada uno. A mí, por ejemplo me ha escrito: "...por ejemplo Pepito Grillo, a quien espero ver en Broadway o en Viena (mejor aquí; me muero con los aviones transoceánicos)"
Ya me he leído el libro entero y me ha gustado muchísimo. Se trata de una colección de microrrelatos sobre temas diversos y generalmente de corte humorístico. Os recomiendo que si tenéis la oportunidad de compraroslo o leéroslo lo hagáis. Aquí os coloco el enlace dónde podéis adquirirlo:
http://www.cultivalibros.com/libro-verdad-destierro-cid.html
Después, por la tarde, como siempre mis clases de ballet. Todo iba normal, pero yo estaba nervioso porque tenía una pregunta importante que hacerle a mi profesora. Tenía que preguntarle si el viernes -este viernes- que no tengo clase ya en el instituto, podría acudir a la clase de 5º de por las mañanas -el nivel el altísimo y todos los alumnos son realmente impresionantes-. Ya se lo había preguntado otras veces, pero siempre me había contestado con un NO rotundo.
Esta vez fue diferente. Se mantuvo pensativa durante un buen rato mientras me miraba fijamente con sus ojos felinos no pestañeantes. Y esta vez la respuesta fue que SÍ.
Estoy eufórico y a la vez aterrado por miedo a quedar mal en una clase con gente tan tan buena...
Continuará...