viernes, 25 de febrero de 2011

Un poco de vino

Parece que esta semana se está terminando ya. Sin embargo, a pesar de todos los ensayos que he estado teniendo, no ha sido una semana tan dura. La escuela tiene vacaciones, por tanto sólo tengo una clase a la semana, más los ensayos con la compañía. Ya hemos empezado a hacer algo más en los ensayos, y aunque sea segundo elenco, estoy contento de que cuenten conmigo. Son varias actuaciones, así que ser segundo elenco es una buena noticia.

En general ha sido una semana diferente. Mi amigo Ido, está viviendo aquí conmigo ya que vive en la residencia de la escuela del Boston Ballet, y ya que ésta tiene vacaciones, la residencia cierra. Aún no entiendo, cómo puede suceder esto, pero bueno. Ya que, sino me tuviera a mi, ¿qué haría?. Tendría, posiblemente, que pagarse un hotel. Lo que conlleva gastar dinero, innecesariamente.
Así que esta semana ha sido bastante divertida en mi apartamento. Cenas especiales, cocinando cosas extrañas, música, risas, ballet -cómo no...-.

Ya metiéndonos en temas más personales, ayer tuve una cita. Un chico que conocí hace unas semanas, me invitó a cenar a su casa. Si os digo la verdad, estaba muy nervioso.
Mi ensayo terminó sobre las 18:30h, y había quedado en su casa sobre las 20:00h. Luego, me dio tiempo a venir hasta casa, ducharme y prepararme como es debido, a pesar de que vive al lado de los estudios del Boston Ballet.
Llegué un poco tarde ya que el metro estaba teniendo algunos retrasos en la línea verde. Llegué, y él estaba guapísimo. La mesa estaba puesta y nada más llegar me ofreció una copa de vino.
Vale, ya se que me estoy saltando pasos: Se llama Steven, tiene 23 años, es médico, recién graduado de TUFTS University en psicología clínica. Dato importante: Es vegano. Lo que quiere decir, que la cena fue particular.
Ya que los veganos no comen nada procedente de animales, no sabía con lo que me iba a encontrar. No es un vegano estricto, así que eso me tranquiliza -creo-. Sin embargo, preparó pasta (sin huevo). Era algo parecido a lo que aquí se conoce como Mac&Cheese, pero claro, no podía tener queso.
No obstante, no sé que le echó, pero sabía como queso. Ya le he dicho que me tiene que dar la receta, ya que parece que este plato es mucho más sano así.
Acompañando el plato, pan de ajo. Todo echo por él -muy mono, ¿verdad?-.

Y tras una cena perfecta, nos pusimos a ver un poco la televisión hasta que llegó su compañero de piso, al que quería que conociese. La verdad, que era muy majo.
Tras ello, nos fuimos a su habitación y bueno estuvimos....hablando. Me invitó a quedarme a dormir, y ya que era tarde, pues no podía decir que no. Además, está al lado de los estudios del Boston Ballet, así que no me tuve que levantar tan temprano como de costumbre.
Me llevó a desayunar a un Starbucks -pagó él, por supuesto-. Y eso fue más o menos todo.
Ahora se encuentra en las islas Bahamas en un crucero por motivos de trabajo.

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