Tamara Rojo, nueva directora artística del ENB

Rojo, de 36 años, que es en la actualidad primera bailarina del Royal Ballet de Londres, será la encargada de diseñar la nueva temporada de la compañía en la que ella empezó a bailar cuando llegó a la capital británica en 1997. La bailarina española, premio Príncipe de Asturias de Artes en 2005, no dejará sin embargo los escenarios al asumir el cargo de directora artística.

Rojo bailará en algunas de las producciones de su nueva compañía "usando su reconocida reputación y su base de leales admiradores para alcanzar nuevas audiencias", explicó el English National Ballet a través de una nota de prensa. "Es un honor para mí el que me hayan propuesto ser la directora artística de la compañía. Tengo muy buenos recuerdos del tiempo que pasé como bailarina en el English National Ballet y nada me puede hacer sentirme más orgullosa que volver a una compañía tan reconocida internacionalmente", explicó Rojo a través de un comunicado.

La bailarina, que se formó en Madrid de la mano del coreógrafo Víctor Ullate, dijo que está "particularmente emocionada" con la oportunidad de trabajar con jóvenes coreógrafos y de "explorar oportunidades con otras formas artísticas". El English National Ballet, fundado en 1950 y que cuenta con 65 bailarines, es una de las cuatro compañía de danza clásica más importante del Reino Unido. Rojo sustituirá como director artístico de la compañía al canadiense Wayne Eagling, que también fue bailarín del Royal Ballet de Londres y que anunció el pasado febrero que abandonaría su puesto antes del verano.

(Fuente: larazon.es)

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En primer lugar quiero decir que me alegro que bailarines españoles estén tomando las riendas de grandes compañías. Pero en el caso de Tamara, no creo que elegirla como la directora del English National Ballet tan pronto, sea la decisión más adecuada. Y menos aún cuando aún va a continuar bailando con el Royal Ballet.
Ya vimos como Ángel Corella destrozó su carrera como bailarín por empeñarse en dirigir una compañía y bailar al mismo tiempo. Es imposible. El estrés que dirigir una compañía proporciona, es incompatible con la vida de un bailarín principal de una compañía tan grande como el American Ballet Theatre en el caso de Ángel Corella o el Royal Ballet de Londres, en el caso de Tamara Rojo.

No obstante, espero que las cosas vayan bien. Nunca se sabe como un bailarín, por muy buen bailarín que haya sido durante su carrera, va a a dirigir o enseñar... Pero deseo a Tamara lo mejor, ya que la adoro con todo mi corazón. Mi consejo sin embargo sería, que terminase su carrera como bailarina como es debido, con un gran final como ella se merece y como su legado se merece.
Creo que al comenzar una nueva etapa, está dejando de lado mucho más de lo que ella se piensa.