domingo, 15 de noviembre de 2009

Unas cuantas semanas de historia

Sé que llevo mucho tiempo sin actualizar, pero han sido unos días un tanto atareados/complicados/difíciles/frustrantes...
Digamos que el jueves de hace dos semanas, me hice daño en el aductor. Como una persona responsable -al menos lo intento ¿vale?- tomé la decisión de no tomar clase el viernes y así aprovechar que el lunes tampoco tenía clase y descansar cuatro días. Ese fin de semana me iba a Gijón, aprovechando así el puente de la Almudena.
De Gijón, sólo hay que destcar una importante cosa; no paró de llover desde que llegué. Con mi familia bien, aunque practicamente me pasé le día en casa. No sé, no tenía ganas de hacer nada especial...

La vuelta a casa -en ALSA- un horror. Nada más subirnos en el autobús y salir de Oviedo dicen por megafonía: "Atención, por favor, atención. Nos comunican que ha habido un gravísimo accidente en la A66 lo que ha producido su cierre momentáneo. Lamentamos comunicarles que iremos por Pajares, disculpen las molestias".
Ir por Pajares supone media hora más de trayecto, que si ocurre lo que me pasó a mi, pues se convierten en cuarenta y cinco minutos añadidos al viaje: la niebla.
Bueno, el viaje fue lento pero quitando ese incidente y un pequeño atasco nada más entrar en Madrid...estuvo bien.

El martes, aún con dolor en el aductor tomé la clase. Fue bastante bien. Sentía molestia pero no la suficiente como para hacerme parar. Sin embargo a mitad de la clase del miércoles me dió otra vez el fuerte tirón. Mi intención en ese momento era hablar con la profesora y decirle que no podía continuar la clase, que me arrastraba de dolor. Pero, para mala suerte mía, segundos después de yo estar pensando cómo decirle esto a la profesora para que se lo tomase de la mejor manera posible y ante todo, no pensase que soy un vago que me quería saltar unos ejercicios difíciles -cosa que para nada es así- aparece Víctor por la puerta. "Mierda, mierda mierda", maldije. Ya no había vuelta a atrás, tendría que continuar la clase. Y así hice, muerto de dolor.

Como consecuencia a mi irresponsable actuación, al día siguiente no pude tomar la clase. Lo cual supuso malas miradas por parte de mi profesora. Yo no podía hacer otra cosa...
He de añadir que el miércoles por la tarde, acudí al podólogo a quitarme un papiloma. Me lo quitó con un método con el cuál no sentiría más que el dolor del pinchazo de la anestesia, y así fue. Me lo curó y me dijo que la herida cicatrizaría completamente en más o menos diez días y que me dolería como una herida normal.
Los primeros días no me dolió. Como decía antes, el jueves no tomé clase así que pude también descansar del pie. Pero el viernes sí que la tomé. La clase genial. Mi aductor se estaba portando bien -más le valía, después de todos los besos y masajes que le dí, no me podía fallar- y la herida post-papiloma no me estaba doliendo.
No osbtante, ahora sí me duele. Supongo que será porque está cicatrizando y eso, ¿no? Desde ayer me duele muchísimo, sobre todo cuando contraigo el pie. Toda esa zona está bastante dolorida. Espero que mañana ya esté mejor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cielo, debes cuidarte un poco e intentar no forzar, no sea que por cualquier tontería, ahora la fastidiemos. Claro, me imagino que tiene ser una putada estar así y que aparezca Victor por allí, pero cariño, es tu futuro y estoy convencido que lo hubiera entendido. aayyy, en fin, cuidate mucho

Besitos cielo

Anónimo dijo...

Hola jefe,

Pues nada, la verdad es que no se nada del tema, así que no se qué decirte al respecto de lo muscular; simplemente desear que recuperes bien, que no fuerces el tema -piensa que dentor de 15 años tendrás que seguir haciendo uso de esos mismo músculos- y que no haya más problemas. Con el esfuerzo que haces no te lo mereces.

Ah, y te acompaño en el sentimiento al respecto de lo de ALSA. Odio los viajes en autobús, pero, como en Bilbao no hay AVE, es lo que me toca por el momento.

Besos y cuidate; mucha suerte ;)
iker