sábado, 8 de agosto de 2009

Move-In Day: NYC I

Como prometi hará tiempo atrás mi viaje no iba a ser en deuda. Un asombroso viaje cargado de nuevas experiencias en el cual he aprendido muchisimo y el cual ahora, tal y como lo fui viviendo y escribiendo día a día me dispongo a relatar. Espero no aburrirles con mis pensamientos. Sin embargo, antes de todo me gustaria volver a deciros un sencillo hola a todos. Ya estoy de vuelta.
Que de comienzo el viaje:


Sunday, 21st June 2009

Mi viaje a Estados Unidos da su comienzo. En este momento, en mi cabeza solo acechan dos mosntruosas preocupaciones: la primera es que, seguramente, seré el bailarín de menor nivel de toda la escuela; y la segunda es mi conocido dolor en el pie izquierdo. La verdad es que aún no comprendo cómo han podido seleccionarme para un cursillo tan sumamente importate como este. Pero, ¿acaso no es la suerte un factor importante en la vida de todo hombre?

Me encuentro ya en el aeropuerto, esperando por mi primer avión. Por cuestiones de dinero he de tomar dos aviones en lugar de uno directo, ya que es mucho más barato. El primer avión me llevará desde Madrid hasta Heathrow y el siguiente desde aquí hasta el aeropuerto John F. Kenedy.
Mientras espero estoy rodeado negra. No pretendo ser racista, pero no me lo explico y me resulta raro. Ahora mismo tengo miedo. Y comienzo a echar de menos alguien con quien hablar.
Por fin puedo subir al avión y parece que todos mis nervios de afuera desaparecen. Comienzo ahora a sumergirme en un mundo completamente english.

Rememorando un encuentro gracioso, os voy a relatar el primer encuentro con una persona inglesa: Se trataba de una de las azafatas de mi avión de British Airways. La mujer, con una cara un tanto arrugada me estaba ofreciendo la opción de elegir entre dos tipos de desayunos. Tras su pregunta solo hubo silencio. Yo la miraba fijamente con una cara de "no te estoy entendiendo, bonita" y ella me miraba con una cara de "o me contestas ya o te quedas sin desayuno, guapito". Al final contesté que me daba igual.
Cuando por fin me ofreció el sandwich de queso, me di cuenta de lo que me preguntaba. Si no recuerdo mal era algo asi, pronunciado muy rápidamente: "jam and cheese or just cheese?". Esa sería la primera de muchas situaciones ridículas a lo largo del viaje.

Ya en Heathrow, tuve el honor de conocer a una mujer española que, al igual que yo acudía a Nueva York a un cursillo. La diferencia era que el suyo era de pintura por tres meses, y el mío de danza por cinco semanas. Os prometo que me es imposible recordar su nombre, pero me ayudó a encontrar la puerta de embarque y estuvo conmigo el mayor rato posible, seguro a sabiendas de lo lleno de miedo que estaba.

El vuelo hasta Nueva York fue realmente largo. Por suerte los asientos eran cómodos y poseían una pequeña televisión personal con una amplia variedad de peliculas, series, documentales, música, noticias... Creo que me dió tiempo a verme todas las series, escuchar todas la música y ver una película. Por todo lo demás sólo puedo añadir que, viajen en British Airways, ya que es casi un 60% mejor que Iberia: comida, comodidad, atención...

Mi avión acaba de aterrizar. Ahora mismo sólo me aterra la idea de que me paren y comiencen a registrarme a fondo, que me encierren en una habitación, o piensen que soy un terrorista.
No me ocurrió nada; me tomaron las huellas dactilares y me realizaron una fotografía del iris como a todo el mundo. Tras ello me dirigí a por mis maletas. Por el camino me cercioné de que ya había perdido de vista a la mujer que estuvo conmigo en Heathrow.

Me esperaba ahora un nuevo reto: encontrar el teléfono azul con el que llamar al coche que vendría a buscarme. Abro un paréntesis para explicaros lo del teléfono: Mi hermano fue el que contrató todo el viaje; los vuelos y el coche que me llevaria hasta la escuela. En la página web avisaba de que una vez aterrizado tendría que buscar un teléfono azul entre una gran variedad de teléfonos, marcar el número correspondiente y dar mi número de reserva para que el coche viniese a buscarme.
Encuentro algo similar que pone Super Shuttle Manhattan, correspondido con el número 29, que debía de marcar para comunicarme con el servicio que había contratado. Así hice. Alguien cogió el teléfono. Se oía realmente mal, por lo que tuve que taparme el oído que tenía libre. Una mujer me preguntó por mi número de reserva, se lo repetí dos veces para evitar errores. Sin embargo tuve que llamar otra vez tras veinte minutos de espera en vano. Durante la espera, me dio tiempo a comprarme un teléfono móvil por 60$ con 60 minutos gratis y las llamadas siguientes a 29¢ por minuto.

¡Aleluya! Llega el coche. Es cómodo, aunque está lleno de gente. Consigo sentarme junto a la ventana, desde donde puedo ver todo el paisaje americano. Resulta tal y como en las películas: los pisos adosados, las carreteras, las señales de tráfico, las matrículas, los taxis amarillos...

Todo es más o menos igual hasta que comenzamos a atravesar Brooklyn Bridge, de camino a Manhattan. En el cielo comienza a divisarse una linea de rascacielos que perfilan ciudad. Precioso.
Soy el último en bajarme del coche, el cuál me deja en el número 165W de la calle 65. La primera impresión es de acojone, tras ver un enorme y lujoso edificio.
Subo las escaleras con mi pesada maleta y por fin llego al gran hall. Comienza la desesperación, no sé que hacer, a qué piso tengo que subir...nada y para colmo no hay nadie que pueda ayudarme.
Como buen aventurero decido subirme al ascensor y presiono el piso 5, el que ponía School of the American Ballet. El ascensor es muy rápido y antes de que me de tiempo a pestañear, ya estaba delante de un gran escritorio blanco. Tampoco hay nadie, así que permanezco parado durante más de 15 minutos. Alterado, llamo a mi madre, y terminamos discutiendo, era normal...estaba bastante nervioso y asustado.

Como caida del cielo, veo a una mujer con la camiseta azul del Summer Course y decido preguntarlo que a dónde debo ir, que acabo de llegar. Amablemente me contesta que he de tomar el ascensor y subir hasta el piso 11. Allí debo de atravesar el control y coger otro ascensor hasta el piso 14, dónde debía girar a la izquierda y decir mi nombre y apellido en el escritorio que allí me encontrase.
Hubo un pequeño lío con mi nombre ya que cuando rellené los formularios debí de cometer algún error con mis apellidos, y en lugar de ser Alberto Blanco Pérez, sería, para todo el curso de verano: Alberto Pérez. Tras este pequeño lío del que pasé olímpicamente, me dieron un sobre con una ID y la llave de mi habitación y mi buzón de correo.

Mi suite, y mi correspondiente habitación se hallaban en el piso 17, por tanto debía de coger de nuevo el ascensor desde el piso 14 en el que me encontraba. Piso 17, suite 04, habitación B (1704B). Llamo a la puerta y decido entrar. Allí se encontraban sentados algunos de mis compañeros de suite, así como mi compañero de habitación, tras unos pequeños cambios de habitación.

Me siento con ellos un rato, y juntos esperamos a la hora de la cena. Estoy muy cansado y hambriento, además de confuso ya que no entiendo nada de lo que me dicen; diferentes acentos, diferentes voces...
Pronto, después de la cena -a las 5 de la tarde- nos llaman para una reunión general antes del Ice-cream social en el Estudio 1. Nos dan una tarrina del helado que queramos a cada uno y comenzamos a presentarnos todos -200 personas-. La gente parece muy simpática y agradable, aunque yo estoy un poco abstraido de todo el mundo, es mi primer día. Sin embargo mi compañero de habitación estuvo todo el tiempo conmigo, le echo de menos.
Al día siguiente comenzarán las clases y todos estamos algo nerviosos ya que habrá una placement class en la que nos asignarán el nivel en el que estaremos. A las chicas las dividen en 6 grupos diferentes y a los chicos en dos: Intermediate y Advanced.

A las 22:00h debemos de estar todos en nuestras respectivas suites para el suite-check, y a las 23:00h ya en la cama, listos para lights out. Me parece una buena idea ya que debemos de descansar para nuestras clases, sobre todo para la que nos esperaba al día siguiente.

6 comentarios:

Sr. Calamar Gigante dijo...

Por fin ^^ Tiene buena pinta, parece casi el guión de una pelicula americana, jaja :P

Estaré a la espera de la siguiente parte. ^^

¡Un bexo nin!

Kjell dijo...

ohhhh USA *_* yo tambien quiero!!XD
Desde luego, es para estar muerto de miedo, y mas estando solo :S
Tengo ganas de que sigas contando tus aventuras.
Muchos besos guapo!!!^^

Anónimo dijo...

Wow...! ^^
Ya tenía ganas de saber cómo había ido todo.
A mi me pasó lo mismo a la llegada al aeropuerto y (en mi caso), a la familia: ¡caos, caos total! XDD
En fin, que me encanta que estés de vuelta.
Un beso =P

Anónimo dijo...

Pues bueno, gracias al cielo llegaste y no pasó nada más.

Po'recito que hayas estado asi sin nadie pero = eso te ayuda a explorar sólo y te dará más experiencia.

Besos

Sephi dijo...

weeeee ya volviste alber!! que alegria, a ver si t llamo algun dia y asi m entero d mas cosas d tu viaje sin esperar XDD weno, un besote y a ver si hablamos eee ^^

Anónimo dijo...

Nene, que mal raro que debiste pasar cariño. Esos momentos en los que vas a un lugar sin saber a donde, perdido, donde hablan un idioma que por mucho que tu creas no entiendes nada de nada. Uffff que mal rato. Pero lo superaste bien.

Por el mundo suelen aparecer buenas personas como la señora que te acompaño primeramente. Si, en este mundo hay gente buena.

Pues tiene una pinta muy buena tu experiencia en NY. Voy a continuar con el resto.

Un besito y bienvenido.