Hoy fue la última actuación del
Cascanueces de Orlando Ballet. Para mi solo fue una actuación de las dos que tuvieron lugar hoy domingo, así que pude ver el segundo show desde el patio de butacas.
Ha sido una larga semana. Cuando miro hacia atrás, aún no me acuerdo cuando tuvo lugar el lunes. Se ve muy lejano. Demasiadas actuaciones en un mismo día hacen que una simple semana que suele pasarse tan rápido como un pensamiento debido a su monotonía, dure una eternidad. Pero me queda buen sabor de boca de todas las actuaciones y el tiempo que llegas a pasar con todo el mundo. Te hace apegarte más a todas aquellas personas con las que compartes camerino, con las que sales a buscar un sitio dónde poder comer algo en menos de una hora para poder estar de vuelta en el teatro para la siguiente actuación, las que que ayudan en el
backstage a hacer un rápido cambio de vestuario o a las que tienes que ayudar a maquillarse porque creen que se te da muy bien.
Son muchos momentos especiales los que se pasan en esos camerinos y en ese escenario. Cada día es una nueva historia, una nueva gracia, un nuevo error en el escenario él cuál todo el mundo trata de disimular de la manera más estilizada posible.
Me dio algo de pena recoger todas las cosas de mi asiento en el camerino, de esa mesa dónde me puse el maquillaje tantas veces para salir a darlo todo en el escenario.
Estoy deseando que llegue ya el próximo espectáculo, pero ahora mismo sólo puedo pensar en que el martes estaré volando a España. Y podré pasar unas maravillosas navidades y fin de año junto a mi familia y mis viejos amigos. Así que de nuevo, me monto en un avión -cada vez se hace más normal-. De nuevo a cargar con la maleta y esta vez, con regalos.
Os dejo la foto del
cast de
Cascanueces 2011.
Para aquellos a los que le apetezca buscarme, estoy justo debajo del cuadro de la derecha del escenario, junto a la "criada".