sábado, 29 de enero de 2011

Audition (2)

La audición fue bastante bien. Aun no recibiré respuesta hasta, seguramente, la próxima semana, pero no me he quedado con la sensación de haber hecho una mala audición. Está claro que podía haber sido mejor. Estaba muy nervioso, lo que conlleva a estar muy contracturado muscularmente hablando. Además era el único chico que había en mi grupo de audición, por tanto me tocó hacer muchos ejercicios a mi solo.
Ya os daré alguna noticia.

Este domingo tengo otra audición, para el cursillo de verano del American Ballet Theatre, en Nueva York.
Me han dicho que es un buen programa, aunque he oído opiniones muy diversas. No obstante, quiero entrar en Bolshoi. Sólo en la audición creo que ya aprendí, no me quiero imaginar como tienen que ser seis semanas. Además al final del cursillo, seleccionan a un chico y a una chica -los mejores del cursillo, está claro- y les ofrecen una beca para estudiar en Moscú en la escuela original del Bolshoi. Sólo de oír eso me entran ganas de matarme a trabajar para conseguirlo. Está claro que es muy difícil. Es un cursillo pequeño y tal y como nos dijeron están siendo muy selectos en la audiciones, así que no sé si quiera si pasaré la audición. -La esperanza es lo último que se pierde, de todas maneras-.

domingo, 23 de enero de 2011

Audition

Mañana es un gran día. Tengo la audición para el cursillo de verano del Bolshoi Ballet Academy en Nueva York.
Las cosas están yendo bien. Sólo tengo que no ponerme nervioso y bailar. Ahora mismo no estoy nervioso. Mañana comenzarán mis nervios, pero bueno no es más que una simple clase más. Lo mejor es pensar que es una clase. Algo difícil, por cierto, pero bueno.
Ya lo tengo todo preparado. Ahora mismo estoy esperando a que la lavadora termine. Poner todo el la secadora para tener una gran variedad de mallas y demás prendas dónde escoger para mañana. De todas maneras cuando llegué allí, porque como no, mi audición tenía que ser en el quinto pino.
Todas han sido en los estudios del Boston Ballet en Clarendon Street. Pues mi audición es en los estudios del Boston Ballet de Newton... y eso está fuera de Boston, así que me despertaré prontito por si tengo algún lío -que lo tendré-, por el camino.

Así que mañana a las 14:30h (20:30h en España) estaré audicionando. Deseadme mucha mierda.

viernes, 21 de enero de 2011

45th Memory: Catársis


En toda vida tiene que haber un momento de cambio. Y al igual, tiene que haber un ente que conlleve a esta catarsis de uno mismo. Llevo ya dándole muchas vueltas a esto desde hace unas cuentas semanas, pero hoy por fin me he dado cuenta de lo que necesito.
Necesito cambiar, necesito relajarme, dejar atrás toda esta tensión que mi cuerpo tiene acumulada y que me impide mejorar como bailarín. Ha tenido que ser Monique Loudieres, con su clase de hoy la que de verdad me ha hecho verme como amargado haciendo lo que más amo en este mundo que es bailar. ¿Por qué? Se preguntarán. La misma pregunta me hago yo mil ciento y una veces y no consigo encontrar una respuesta que me haga sentir mejor.
Como acontecía en entradas anteriores, la búsqueda de la perfección me ha llevado a un estado de tensión corporal que sólo consigue que las cosas salgan peor y que mi mente se frustre.

Este bucle en cadena que comienza cuando me coloco en la barra y me miro en el espejo tiene que terminar. Mi propósito de cambio da comienzo para dejar atrás toda esta tensión que impide que mi cuerpo alcance los objetivos que espera. Tengo que disfrutar más las clases, cómo solía hacer cuando no prestaba tanta atención a la técnica.
Eso sí, tengo que hacer lo mismo, pero sin perder la técnica y la colocación. Cada vez que lo pienso me parece más imposible, pero no puedo echarme atrás en algo que me va a beneficiar sin consigo alcanzar la meta.

lunes, 17 de enero de 2011

Un vuelo complicado

Mis vacaciones han terminado y toca volver a Boston, a mi -por decirlo de alguna manera- Nuevo hogar. Todo volverá a ser como antes, las clases y la vida en general. Sin embargo estos últimos quince días me han sentado de maravilla. He podido estar con mi familia todo el rato. A mis amigos si os digo la verdad no los he podido ver tanto como hubiera deseado: algunos tienen a una nueva persona en su vida -cosa que entiendo perfectamente-, y los demás están estudiando. No me enfado. Ocurriría lo mismo si ellos viniesen a verme a Boston, debido a problemas de horario y pocas horas libres que puedo llegar a tener, pues imagino esto como en mi caso. Yo bailo, pero ellos estudian y eso requiere también mucho tiempo de dedicación. Sino decírselo a mi hermana, que se pasa casi todo el día encerrada en casa sin parar de estudiar. La verdad es que nunca la había visto así, tan aplicada. Siempre hemos estudiado muchísimo los dos pero en su caso el giro ha sido de 360 grados.

También tuve la oportunidad de ir a Madrid dos días, viernes y sábado, con lo que pude ver a todas mis otras amistades de Madrid. Me hizo mucha ilusión. Realicé una cena el viernes y acudieron muchísimos de mis amigos; incluso gente del instituto con los que casi había perdido el contacto debido a las vidas tan dispares que poseemos. Me hizo mucha ilusión poder estar con todo el mundo de nuevo. Por un momento fue como si nunca me hubiera ido, como si todo siguiese igual. Todos sabemos que por mucho que yo piense estas cosas, eso no es así.

Durante mi estancia en Gijón, pude volver a mi antigua escuela a tomar alguna que otra clase, así que también me hizo ilusión ver cómo había cambiado todo el mundo. Hacía muchísimo que no me pasaba por allí a tomar una clase, estuvo muy bien. Tan bien -aquí viene una historia- que una de las chicas que iba a mi clase trabaja ahora en l TPA (Televisión Pública Asturiana) y me preguntó que si me parecía bien que me hiciese una entrevista. Yo acepté sin pensármelo dos veces y a los dos días llegó con una cámara, micrófono y demás para grabarme un poco en clase y después hacerme unas cuentas preguntas.
Yo estaba muy nervioso mientras me grababan, más que nada porque estaba todo el conservatorio mirando, y eso, por mucho que les conozca a todos, impone.
La entrevista salió en la televisión ayer por la mañana en el telediario del mediodía y después un video diferente en el telediario de la noche. He oído que incluso se me nombró por la radio y todo. Vamos, que más contento no puedo estar. Que hablen de ti siempre es fructífero, y nunca sabes quién puede estar viendo la televisión en ese momento.

http://www.rtpa.es/asturias:Un-gijones-de-19-anos%2C-becado-por-la-Boston-Ballet-School_111295094975.html

Os dejo el enlace de la página dónde está colgado el video por si os apetece echarle un vistazo.

Ahora mismo me encuentro en el avión de vuelta a Boston. Estoy escribiendo este post en un documento de word, así que no sé cuando lo publicaré. Supongo que cuando llegue.
Mi vuelo se ha complicado un poco y han cambiado mi itinerario traspasándome a otro vuelo por problemas mecánicos del avión. Así que me dirijo hacia Atlanta. So las 15:00h (hora local) y mi hora estimada de llegada es a las 17:30h . Mi siguiente vuelo es a las 17:46h. Así que ya os podéis imaginar el chanchullo que hay aquí montado, porque voy a perder ese vuelo. Lo peor de todo es que a la llegada a Atlanta, hay que pasar la aduana por tanto una hora de espera la tengo. Después, tengo que recoger las maletas -si es que no me las han perdido, porque han traspasado algunas personas al vuelo pero no a todo el mundo- y eso lleva bastante tiempo. Tras ello tendré que ir a mostrador de Delta Airlines a preguntar que qué vuelo me dan, porque el avión ha salido con retraso por culpa de problemas técnicos también, además de los problemas y complicaciones que haya habido en los traspasos de gente de un vuelo a otro, que son lo que ha causado el retraso de este avión principalmente.
Vamos, que tenía pensado llegar a Boston sobre las 17:00h…. Y ahora no sé a qué hora voy a llegar, pero que voy a llegar tarde está clarísimo.
Hombre, es que no me comparéis mi primer vuelo que hacía escala en Nueva York en el JFK que está a dos horas (creo que menos) de Boston, con irse a Atlanta qué está en el centro casi de Estados Unidos. Una locura, que hubiera tenido sentido si no estuviera perdiendo el vuelo de conexión, pero que de este modo es un vuelo como para retrasados.

jueves, 13 de enero de 2011

44th Memory: À la recherche de la perfection

Foto: Paris Opera (Palais Garnier)
Estos últimos días que he estado aquí en Asturias, he podido acudir a mi antigua escuela a tomar clase con mis antiguas compañeras y profesoras. Ahora mismo mi cuerpo está quejándose de todo el esfuerzo al que ha estado sometido estos días.
De primeras se puede pensar que cómo es que por cuatro días de clase aquí en Gijón estoy tan muerto y no lo estoy con mi horario normal de clases en Boston. Todo tiene explicación; en Boston estoy igual o más cansado, pero estoy ascostumbrado a ese ritmo y a un tipo determinado de clases y de ejercicios. Aquí todo ha sido diferente, incluso una de mis antiguas profesoras ha estado incidiendo mucho en mí, sin parar de hacerme correcciones... lo que conlleva a que trabajes más duro, te canses más....y si a todo esto le sumamos el que llevaba sin tomar una clase desde el 27 de Diciembre, pues hace la mezcla explosiva perfecta.

Quienes más están gritando son mis cuadriceps, y mis piernas en general (aductores, gemelos...), pero quien llora es mi cerebro. Estos cuatro días, gracias también a esta profesora he vuelto a ver que me falta muchísimo camino por delante. Es más o menos lo que yo le estaba diciendo a ella: en Boston las cosas funcionan muy diferente. Por decirlo de alguna manera -y seguro que estoy exagerando- me da la sensación como que todo vale, que no se centran en detalles tan esenciales de la técnica del ballet como puede ser la colocación de las caderas en la barra. Sin embargo esta profesora ha incidido muchísimo en ello, haciendome ver que no tengo tanta flexibilidad como creo que tengo por culpa de una mala técnica. Podría tener más, pero mis músculos bloquean la articulación impidiendo toda la amplitud del movimiento articular.

Sin embargo, es muy difícil, al menos a mi me parece un esfuerzo cerebral muy grande en cambiar la manera de ejecución de un paso cuando este conlleva dejar de utilizar los grupos musculares que siempre habías usado, o atenuar su intensidad, y comenzar a utilizar otros más internos que no usas tan normalmente.
Es cómo pedirle a alguien que no sabe mover las orejas o levantar una ceja, que comience a hacerlo. Es un gran esfuerzo. Esfuerzo que en mi caso lleva al intento frustrado. Y no estoy siendo negativo. No lo estoy siendo porque quiero conseguirlo, quiero conseguir esa perfección y relajación de movimiento. Pero no lo puedo hacer solo, la autodidaccia consiste el método prueba-error, el cuál mi cuerpo no soportaría a largo plazo.
Necesidad, un profesor que pueda prestarme más atención, o que al menos se fije en estas cosas y no permita que ni yo ni los demás alumnos que pueda haber en la clase lo hagan incorrectamente.

Perfección. He perdido la cuenta de la cantidad de veces en las que esta palabra ha estado dando vueltas en mi mente.
Sin embargo no pierdo la esperanza. Nunca la he perdido, a pesar de que haya momentos en los que me hunda y piense que no voy a llegar a nada... Momentos que cada vez se hacen más abundantes ansiando una técnica impoluta que me permita relajarme más y disfrutar más de aquello que amo.
Perfección. No puedo dejar de pensar en ella.

sábado, 1 de enero de 2011

El Regreso

El viaje de regreso da comienzo. Me encuentro actualmente en el Logan International Airport de Boston, preparado para este largo trayecto que comenzará en unas cuentas horas. Ahora mismo son las 16:09h y mi vuelo no sale hasta las 18:50h. Posiblemente embarcaremos una hora antes o media hora antes. Ya no me acuerdo como funcionan estas cosas.
Dentro de unas 13 horas más o menos estaré en mi "tierrina", con toda mi familia y amigos. No puedo estar más emocionado.

Ayer fue un día raro. La verdad es que mi amiga María y yo teníamos todo planeado para fin de año. Para comer las uvas y todas estas cosas que aquí no se hacen -panda de sosos estos americanos-.
Bueno, el caso es que no sé por qué me dio por pensar que cada una se tomaba en los primeros doce segundos del año, intentando imitar las campanadas. Hoy me he enterado de que cada campanada dura al menos tres segundos. Ya os podéis imaginar a la velocidad con la que comimos las uvas... yo os juro que casi vomito. Pero lo hicimos.

Después decidimos ir a Copley, que de la que pasé para ir a casa de María parecía que había una fiesta en la calle con música, luces y gente. Volvimos y ya estaban desmontándolo todo y no había nadie. Como os venía diciendo, estos americanos no saben celebrar las cosas. Dónde esté una buena fiesta española que se quiten estas "chorraditas".
Así que nada, volvimos a casa, hicimos algo de cena y nos pusimos a ver una película. No teníamos otra alternativa. Aquí a diferencia de España no tenemos a Rapahel cantándonos la velada.