domingo, 25 de octubre de 2009

Halloween is coming

Tras dos duras jornadas de jueves y viernes, mis músculos estaban realmente fatigados, cansados. La noche me sentó especialmente bien. No quiere decir que me acostara pronto, pero tampoco lo suficientemente tarde como para despertarme pasadas las 12:00h.
Tras unas cuentas vueltas en la cama intentando comprender por qué todas mis sábanas no estaban donde debían de estar, sino que la de arriba estaba debajo, la de debajo en el suelo y otra desaparecida -¿por qué pasarán estas cosas?-, me levanté. Sin hacer la cama fui a la cocina y preparé mi desayuno diario.

Tras una hora leyendo cosas de Anatomía mientras sonaba Dances at a Gathering de Jerome Robbins -un ballet con música de Chopin-, hablo con una amiga para ir a comprar algo para poder disfrazarnos el día de Halloween. Como decisión final iremos de zombies. Así nos ahorramos el tener que comprarnos el disfraz. Sencillamente nos maquillaremos y mancharemos ropa -vieja- de sangre y esas cosas.
Me encanta comprar disfraces. La verdad es que ir de compras conmigo puede ser un poco estresante si no te encanta probar todo -y todo es todo- lo que hay en la tienda: gorros, máscaras, pañuelos, accesorios... Lo sé, necesito tocarlo todo. Es un error que cometo desde pequeño, y sus consecuencias -roturas...y esas cosas- me ha traído.

Después, sobre las 19:00h vuelvo a casa, en dónde estaré hasta altas horas de la madrugada, cuándo me llaman para salir. Me cuentan que están todos en casa de un amigo, ya que era el cumpleaños de otra amiga y que sobre la 1:00h debería de estar allí para ir a Cool.
Llego sobre la 1:15h y aquello tiene muy buena pinta, pero no salimos de allí hasta la 1:40h. Aún debíamos de ir a Chueca a ver si encontrabamos flyers para no tener que pagar los 12€ de la entrada de Cool.
Como ya estaréis pensando, no conseguimos entrar a Cool ya que había una larga cola para cuando tuvimos los flyers. Todo esto a escasos minutos de las 2:00h, momento en el que ya hay que pagar sí o sí para entrar en el local.

Lo que tocaba en este momento era pensar rápido, y sobre todo pensar en que ahora mismo tendríamos que pagar en casi todos los locales a los que pretendiesemos entrar.
A mi amigo -eramos seis chicos- se le ocurrió probar en el Black & White, pero había que pagar. Al lado de la esquina del local se encontraba algo llamado Rimmel: decidimos entrar. ¿Por qué hicimos eso? El local olía a "pene de yayo". Estaba lleno de tíos mayores -muy muy mayores- que observaban conjuntamente una película porno al final de la sala, y lo peor de todo: ¡La comentaban!
Salimos lo más rápido que pudimos entre miradas acosadoras por parte de aquellos "abuelos". La verdad es que luego te ríes de estos momentos, pero al principio fue cómo un poco estado de shock.

Finalmente y ya definitivo, entramos en Liquid. El único lugar que encontramos en el que no teníamos que pagar entrada. Es lo que tiene ser bailarín, que eres pobre.
El ambiente estaba muy bien, buena música y gente maja. Estuvimos allí hasta que cerró a las 3:30h. Tras ellos nos fuimos cada uno a su casa. Mis amigos estaban algo cansados. Así que me cogí un buho y directo a Plaza de Castilla, dónde estaba durmiendo feliz en mi cama a las 4:40h.

El último boli bic

¿JUSTICIA?

La historia que se cuenta a continuación es real, y tuve ocasión de presenciar todo lo que se relata el lunes 19 de octubre de este mismo año en los Juzgados de Bilbao.

Temblorosa, entró a la sala y se mantuvo en pie hasta que el secretario judicial -un hombre de corta estatura, débil, afeminado, con amplias calvas en su cabeza y ojos neblinosos- le indicó con un gesto cansado que se sentase. La juez la observaba con mirada firme, y la fiscal buscaba entre el montón de papeles que descansaba a su lado el correspondiente a la mujer que estaba a punto de ser juzgada.

'Juzgada' era una palabra un tanto complicada de asociar a quien yo veía desde el espacio reservado al público en aquella sala. Más bien -pensaba yo-, ella sería quien debería juzgar a la sociedad, ya que no parecía muy justo acabar tu vida dejando tu país con cuatro hijos a cuestas, malvivir en un pisucho en una ciudad que no conoces y, para colmo, ser condenada por unas personas que te miran mal simplemente porque no eres guapa ni tienes dinero para vestir bien.

De todas formas, la acusación -mujer, ejecutiva, 45 años, esbelta, traje negro y maletín de piel marrón- no debía opinar lo mismo, ya que entró con paso firme, se sentó donde le correspondía y esperó la orden de su señoría antes de lanzarase al ataque. Durante el juicio, la mujer algeriana fue acusada tal y como leyó la fiscal con tono gélido de robar 2 cuajadas, 4 yogures, un paquete de 'tranchettes' y una tarrina de queso de untar en la tienda de la mujer del traje.

Probablemente, el gran montante del robo -10€-, debió causar daños irreparables en las cuentas anuales del negocio de la mujer del traje, porque sino no se entiende que, como si en vez de traje llevase un impermeable que impidiese que el sentido común se apoderara de ella, no se inmutara al solicitar una multa de 450€ como pena para la acusada.

Mientras me preguntaba de donde iba a sacar alguien así 450€, la fiscal rebajó la pena solicitada a 120€, que fue finalmente lo acordado por todas las partes. Aun así, me sigo preguntado de donde sacará la mujer algeriana 120 euros, más que nada, porque, una vez hubo concluido el juicio a la juez le entró la vena cotilla, e hizo contar a la condenada media vida. Así es como nos enteramos de que era -y es- de Algeria, de que vino a Bilbao hace 6 años con sus cuatro hijos, de que no trabaja y de que aún no le han concedido ni la renta básica.

Al salir del juicio con el grupo de Derecho, la profesora nos preguntó si habíamos comprobado el funcionamiento de la Administración de Justicia, y también si veíamos como se impartía Justicia en los tribunales.

¿Justicia? - pregunté yo - ¿De qué me hablas?

Buenos días a todos.

martes, 20 de octubre de 2009

Mañana invernal repentina

Hoy por la mañana, nada más despertarme, hice como todos los días: apagué el despertador y me destapé. Sin embargo al realizar esta última acción un acto reflejo de volver a taparme atravesó mi cuerpo. ¡Qué frío!
El invierno había llamado a mi puerta. No le quería abrir por un lado, pero por el otro tenía ya ganas de ponerme un caliente abrigo, un esponjoso jersey y una suave bufanda de vez en cuando. Debo deciros que adoro la ropa de invierno, por consiguiente adoro el frio -aclarando que no me gusta pasar frío-. Lo sé, soy un chico complicado.

Como cada mañana cogí el cercanías para ir hasta mi escuela. Allí la clase empezó bastante puntual, eso sí, con mucho frío. Casi pierdo el tren, el cual iba hasta arriba de gente. Llegué incluso a agobiarme con tanto estudiante estúpido -mi tren es el que para en Cantoblanco, en la Universidad Autónoma-. Total, que me toca aguantar las estupideces que pueden llegar a decir algunos estudiantes, y lo peor de todo: me toca callarme la boca y no poder decirles algo.

Seguía lloviendo, aún ahora mientras escribo la entrada sigue lloviendo. Frío, lluvia, tormenta...
A mucha gente no le gustarán estos días, a mi me gustan porque me recuerdan a mi casa. Salir con el paragüas a todos lados, abrigos, bufandas... Todo encaja, ¿no?

domingo, 18 de octubre de 2009

Libertad "sabadiana"

Hoy me despertaba radiante. El viernes había sido el típico día de bajón a mi estilo, y bueno te deja un poco melancólica la noche. No obstante no podía permitir que eso estropease mi primer sábado libre en Madrid en lo que llevamos de curso.
Me desperté sobre las 10:00h. Mentira, rebobinemos hasta exactamente las 07:06h. Yo me encontraba plácidamente dormido, un sueño...¡qué sueño! -¡que persona!- cuando sin previo aviso un chirriante duendecillo irrumpió encendiendo la luz, dando gritos y saltando encima de mi cama. Mi cabreo con el pequeño y chirriante duendecillo y comienzo a pegarle puñetazos, tirarle cojines y ahogarle con la almohada. No surje efecto, pero consigo que se vaya. Sigo durmiendo....y me despierto ya a las 10:00h de la mañana. Cansado, me dispongo a continuar mi lectura Eclipse, la tercera parte de la saga Crepúsculo que todo el mundo conoce. Continúo leyendo hasta más o menos las 12:00h, momento en el cuál doy un salto fuera de la cama. Enciendo en el ordenador y comienzo a elaborar los planes del día de hoy.

En primer lugar y para comenzar la tarde, hablo con mi amiga Lara. Lara acaba de llegar a Madrid para estudiar periodismo. Se encuentra algo perdida, ya que la gente de su facultad y colegio mayor sólo sale para emborracharse, cosa que a ella no le va mucho. Le propongo un delicioso, apetitoso y exquisito plan: una exposición de pintura en la Sala de Exposiciones de la Fundación Mapfre de Madrid. Llevaba ya varios días detrás de esta exposición y por fin, tenía la acompañante perfecta.
Mi ansiada exposición, titulada La danza de los colores: En torno a Nijinsky y la abstracción, mostraba una serie de dibujos realidados por el propio Nijinsky -un antiguo y gran bailarín, precursor del ballet neoclásico y contemporáneo, principal bailarín de los Ballets Rusos de Diaghilev- en el ocaso de su carrera como bailarín y coreógrafo. Estas pinturas, realizadas entre 1917 y 1919 son una gran variedad de dibujos a lápiz y ceras en las que pretendía expresar la danza con la pintura, poniendo de manifiesto la importante influencia que ejerció la danza en las artes plásticas modernas.

Además de las pocas obras realizadas por el propio Vaslav Nijinsky (1889-1950) acompañan la exposición personajes coetáneos en cuyas obras la dinámica y el ritmo son protagonistas: Frantisek Kupka(1871-1957), Sonia Delaunay-Terk(1885-1979), Alexnadra Exter (1882-1949) y Vladimir Baranov-Rossiné (1888-1944).

Una exposición que recomiendo a todo aquel que le guste el arte modernista, más cercano a la abstracción. Además se pueden visitar las otras tres exposiciones que se encuentran ahora en la sala de exposiciones de la Fundación Mapfre: Mirar y ser visto: De Tizziano a Picasso, el retrato en la colección del MASP y Ver Italia y morir. Fotografía y pintura en la Italia del siglo XIX.
Yo tuve la oportunidad de poder verlas todas y me parecieron grandiosas exposiciones, sobre todo la de Mirar y ser visto. En ella se pueden ver maravillosos cuadros como un Renoir, un Manet, cuadros de Goya, Velazquez, Picasso... una maravilla para aquel al que le guste el arte.

Cosas a señalar del día de ayer: la multitudinaria manifestación a favor de la vida -en contra del aborto-. Había quedado en las Torres de Colón con mi amiga Lara y me topé con la manifestación de bruces y en sentido contrario al mío. Y creo que no puedo callarme mi opinión, porque la verdad es un tema comprometido y del cual debe de haber muchas opiniones diferentes: Yo, qué queréis que os diga, estoy a favor del aborto. Sin embargo hay cosas con las que estoy en desacuerdo con la nueva ley, como por ejemplo es el caso de que las niñas de dieciséis años puedan abortar sin el permiso de sus respectivos padres. Esto sin duda me parece una infantilada que carece de ningún rigor lógico, ya que una niña de dieciséis años, por muy madura que sea, sigue sin tener la madurez suficiente como para tomar una decisión de tal calibre de la que se cuerpo se resentirá.

Sin embargo, veo como algo completamente normal y sobre todo, progresista que cada persona pueda abortar si quiere. Está claro que ha de haber un proceso de tratamiento psicológico debido a la magnitud de lo que se quiere hacer, pero creo que todos somos libres a hacer lo que queramos. Para mi, un embrión -porque es un embrión- de tres, cuatro, cinco, seis o siete semanas no es vida. Si ahora eso naciese, ¿alguien lo cuidaría?. No. Por tanto dejémonos de chorradas.
Pongámonos en el papel de una mujer a la que han violado y han dejado embarazada. ¿No debería tener esa mujer el derecho a poder abortar? ¿Por qué tiene que llevar toda su vida la carga de tener un hijo de alguien que la ha violado? ¿Por qué? ¿A dónde vamos a parar?
Imaginense también el caso de alguien que por un error -una rotura de un condón, un desliz...- se queda embarazada y no tiene ningún medio para poder sacar adelante a ese niño. ¿Por qué tiene que arruinarle la vida la crío? Desde mi punto de vista se la arruina, normalmente -y no quiere hacer una generalización, pero es la cruda realidad- los niños que dan problemas en el instituto, que suspenden, que se drogan que son violentos... han tenido una familia con problemas, ya bien de dinero, de que la madre lo haya tenido con dieciséis años, de que su madre sea una drogadicta, de que ella se haya quedado embarazada y el padre del crío los haya abandonado...
¿Por qué tienen que pasar estas cosas?
Desde luego no pasarían si el aborto pudiese ser libre de la elección de cada persona. Cada uno que mire por si mismo. Si yo quiero abortar, ¿quién narices eres tú para decirme a mi que no?
Creo que no tengo nada más que decir.

Tras la tarde, me vine a mi casa en Cercanías y seguidamente volví a salir. Salía ahora en dirección a casa de Borja -un amigo- dónde cené y juntos nos preparamos para salir. Iríamos a Cool, teníamos ya los flyers cuando... el duendecillo que me despertó a las 07:06h de la mañana me llama por teléfono. Me cuenta que está en Chueca, que salgamos con ellos. Y así hicimos -gran error-. Estuvimos, un poco más arriba de la Plaza de Chueca, sentados en la calle, con un frío espantoso viendo cómo se emborrachaban.
Finalmente, sobre las 02:00h decidieron ir a una discoteca: el Delirio. Creo que me equivoco al llamarlo discoteca, es más bien un antro. La música está bien, es lo único. Además los ocho euros que cuesta la entrada me los pagó el duendecillo, porque en teoría a Cool íbamos a entrar con flyer y por tanto no íbamos a gastar nada, ya que ninguno de los dos bebemos. En la discoteca, bueno, mejor que en la calle por supuesto. Sin embargo yo comenzaba a aburrirme, por tanto sobre las 04:15h nos fuimos a casa de Borja, dónde pasé la noche, hasta ahora que os escribo desde mi casa.

Ahora parto para el cine, a ver Rec 2. Ya os contaré que me ha parecido. Gritaré mucho, así que si escucháis algo extraño, ya sabéis quien es.

jueves, 15 de octubre de 2009

Y de repente lo mismo

Los días continuan pasando, al menos, no seré yo quien vaya en contra del tiempo. Ese superpoder aún no me ha llegado -la esperanza continúa-. Últimamente, a pesar de haber terminado ya con todos los ensayos y actuaciones -por el momento-, tengo menos tiempo aún que antes ya que estoy acudiendo a todas las clases que me es posible sin que me de un infarto. Es cansado, y me quita tiempo, pero es lo que quiero.

Córdoba, que decir, impresionante experiencia. Un escenario un tanto pequeño, pero una gran aventura. Muchos momentos graciosos, unas cuantas broncas: la primera y más fuerte fue causada por haber dormido todos juntos -4 personas- en la misma habitación del hotel, que por cierto era una pasada. Piscina en la azotea, dónde, debido al buen tiempo y al calor que hace en Córdoba, pude darme un buen baño por la mañana antes de comenzar con la clase en el escenario, los posteriores ensayos y la actuación.
Tras Córdoba, le llegó el turno a la despedida de Josué, un gran amigo y compañero que se marcha a Cuba a estudiar ballet al Nacional. La fiesta en casa de Víctor, impresionante.
Una casa que creo que el que se la intente imaginar no podrá: 4 pisos, estilo andaluz, muy grande, piscina con cascada, jardines con paseos, un pequeño canal y dos estanques...precioso. ¡Quiero una casa así!

Tras ello, nada más, un día de descanso, el lunes y de nuevo la rutina. Debido a esta he dejado de lado a una persona, a la que, si me está leyendo pido perdón. Enserio, no pretende dejarte de lado ni pienses que paso de tí. De verdad que en ningún momento ha sido mi intención, pero ya sabes como soy, un cabeza loca que tan pronto tiene la cabeza en un sitio como la tiene en otro. Espero que me perdones.

jueves, 8 de octubre de 2009

Next station: Córdoba

Las actuaciones con la compañía finalizaron el pasado -aunque cercano- 4 de Octubre. Y mañana comienza una nueva etapa: la compañía viajará a Córdoba para representar 2 You Maestro y tres compañeros junto conmigo acudiremos para salir los dos minutos -literales- que aparecemos en escena. Es otra gran oportunidad, a pesar de salir poco y bailar poco, pero qué queréis que os diga, estoy muy feliz de que hayan contado conmigo.

Aparte de esta gran noticia y de que ahora mismo estoy haciendo la maleta y las palabras no me están saliendo solas, sino que estoy forzando al teclado a escribir por si sólo... no tengo mucho más que contar. Las clases continúan en su linea; algunos días salgo contento, otros triste, otros enfadado, en fin, el pan "mío" de cada día.

Por lo demás no tengo nada que contar. Me fastidia tener que ser así de aburrido y escribir un post tan sumamente corto, pero enserio mis días últimamente, quitando ciertas cosas, están resultando muy monótonos.
Hasta el lunes.